Blogia
altermediaparaguay

Educación, Ciencias Ecológicas y Medios de Comunicación

 

 

Estamos ante un desafío sin igual en la historia y prehistoria de la humanidad. Quizás sea comparable ante la casi extinción de la humanidad, hace 75 mil años atrás[1]. Ya prácticamente estamos en la sexta extinción masiva de la vida sobre la Tierra[2] Están desapareciendo especies animales y vegetales a un ritmo solo comparable con la gran extinción que borró a los grandes dinosaurios de la faz de la Tierra[3].

 

Pero a diferencia de las anteriores destrucciones masivas de la vida, la actual no es provocada por erupciones volcánicas o impactos de meteoritos, asteroides o cometas. La actual extinción masiva es responsabilidad exclusiva del ser humano, el ser humano está acabando con toda la vida, incluso apeligrando acabar la suya propia. Una tragedia que es reconocida, asumida y proyectada matemáticamente por la comunidad científica, académicos universitarios del primer mundo y por los pequeños grupos de ecologistas de aquéllos países desarrollados y el mundo, pero que apenas es abordada y dimensionada por la mayoría de la sociedad, especialmente por los líderes económicos, políticos y mediáticos.

 

Lo irónico es que desde el informe Stern[4] está claro que el actual cataclismo terminará por acabar con el espejismo de progreso y abundancia sin límites que ese pequeño grupo de la humanidad ha creado como burbuja fantástica; conocida como cultura capitalista-consumista. Este informe es esclarecedor y determinante en vincular la ecología con el modelo de desarrollo económico. No hay dudas de que el modelo capitalista-consumista tiene que sufrir una profunda transformación para que se detenga el cataclismo. La detención del mismo está vinculado a algo que ni siquiera está visibilizado en el informe Stern, se trata de la Huella Ecológica[5], por la cual se determina el impacto ambiental que el estilo de vida genera en el planeta. Actualmente, en promedio, existe un déficit de sostenibilidad ya que cada ser humano consume a un ritmo que se necesitarán dos planetas Tierras en algunas décadas[6] para mantener dicho estilo de vida, esto es en promedio; aunque específicamente las poblaciones más ricas del planeta ya viven como si estuvieran consumiendo más de 10 o 5 planetas; es decir, son los que llevan un estilo de vida hiperconsumista y “superproductivo” los que están destruyendo el futuro de todos; el resto, los pobres y los que viven con lo necesario, solo les queda soportar lo que ese pequeño grupo está provocando y que también sufrirá lo mismo, es decir, en cierta manera el estilo de vida capitalista-consumista es una forma de suicidio colectivo…

 

Una forma de suicidio colectivo.

 

¿Jardinería O Ecología?

(O de cómo la ciencia viene a revolucionarnos hasta la forma que comemos)

 

A los que asumen los conocimientos científicos ecológicos en su plenitud y en la exigencia ética y política que fundamentan, se los llama ecologistas extremos o incluso terroristas ecológicos; ya sea por acusaciones directas o indirectas[7] (a través de imágenes o asociaciones tendenciosas) La carga real del ecologismo, como se dijo, implica prácticamente un cambio de civilización, de esto se ocupa la Ecología Social, una rama de la ecología humana que está deviniendo en más principal que esta última[8]. Actualmente, en el ámbito ideológico, existe un choque entre el capitalismo y la ecología social, pero es desde ya un debate ideológico donde el capitalismo pierde por no poder abordar la complejidad de la realidad como sí la aborda el ecologismo social. Sin embargo, la inercia cultural e ideológica es tan enorme, que el debate es borrado, invisibilizado, prohibido y negado en los grandes medios de comunicación. En las aulas universitarias de EE.UU. apenas es abordado; aunque se tiene que admitir que como nunca en Europa se debaten cuestiones ecológicas a nivel académico e incluso ya existe un amplio movimiento social al respecto[9]. Pero sin embargo ni los europeos tienen una proyección de transformación integral hacia una civilización sustentable y equitativamente social.

 

Lo que sí se pueden ver en la mayoría de los medios, incluso los medios locales, es que la ecología es tomada como simple jardinería; una nueva forma de embellecimiento urbano o campestre. A lo más que se llega es a aceptar las campañas de protección de especies animales y, lógicamente, a promover las tecnologías caras y excluyentes como una forma de ecología elitista para ricos; mientras que los principales problemas ecológicos no son tecnológicos, sino todo lo contrario, son problemas políticos, éticos, ideológicos y, fundamentalmente, educativos. El que abordó someramente la verdadera cuestión ecológica, pero no lo hizo tanto, fue Al Gore a través de su documental; quien lamentablemente terminó apoyando los biocombustibles (más específicamente agrocombustibles), que al final resultaron tan fatales como los combustibles fósiles[10]. Peor el remedio que la enfermedad.

 

De todas maneras, lo de Al Gore fue loable y mostró como los medios masivos pueden y son de hecho poderosas herramientas educativas y reeducativas. Lamentablemente son estos medios los que reducen el debate ecológico a la simple jardinería o a los impopulares autos eléctricos; que justamente se vuelven impopulares por el enfoque económico que le dan: chiches caros imposibles de comprar.

 

Pero los estudios científicos que forjan la ecología social no se quedan ahí. Según estudios de años recientes, el consumo de carne y la ganadería intensiva[11] son la segunda causa del calentamiento global en el planeta. Es decir, prácticamente comer carne aumenta el calentamiento planetario[12] y fomenta la deforestación.

 

La ciencia avanza tan rápido que la civilización se queda atrás de ella.

 

¿Cómo hacer para que la educación permite que los avances científicos se internalicen en la cultura de la sociedad?

 

Necesariamente pasa por visibilizar en los medios masivos de comunicación el conocimiento ecológico, el diálogo ideológico, ético y político consecuente. No basta con la educación en el aula, de hecho el aula ya no es el medio principal de educación, lo son los medios, sobre todo el medio radial en Paraguay.

 

Solo a través de los medios masivos de información, especialmente de los medios radiales, se podrá lograr  una educación integral envolvente, horizontal y transformadora de la sociedad y de cada ser humano a fin de alcanzar las recomendaciones técnicas y políticas que nos exige el ecologismo social y científico.

 

La necesaria agenda educativa y radiofónica para el ecologismo social

 

¿Cómo lograr una educación transformadora de la civilización en un país sometido a la dependencia política, económica, social y principalmente cultural?

 

No es difícil, porque desde la perspectiva de la ecología social, la mayoría del pueblo paraguayo no es dependiente de un estilo de vida ecológicamente insostenible. Por otro lado, siendo un pueblo con tradiciones (incluso una lengua) íntimamente vinculadas a la naturaleza, no le sería muy complicado retomar y reforzar dichas tradiciones, por supuesto con un enfoque modernista o, mejor dicho, transmodernista[13]. Siendo un pueblo con bajo índice de alfabetismo real y casi nada de lectura habitual, lógicamente que la radio es el medio ideal para viabilizar inicialmente esta educación transformadora con orientación ecologista y social; ello no implica dejar de lado la creación de una cultura escrita, sino tan solo significa el acompañamiento y fomento de la curiosidad por el conocimiento, que reforzaría la concreción de los hábitos en lecto-escritura, además de generar las transformaciones culturales incentivadas con y por la radio; si los celulares han penetrado tanto en un pueblo mayoritariamente limitado en recursos educativos, ¿porqué no lo haría la radio comunitaria?. Sobre todo la radio comunitaria y educativa. Son estas radios las que pueden abordar la “Comunicación para el Desarrollo” esbozada por el consagrado comunicador social Augusto Dos Santos[14].

 

Obviamente que esta educación transformadora necesitará de un programa educativo, resultante de la fundamental articulación entre universidad, científicos, movimientos sociales, ecológicos y las radios comunitarias (relacionadas en redes), articulación ya mencionada por el Prof. Jesús Montero Tirado[15].

 

De todas maneras, es posible tentar  los principios orientativos para elaborar una agenda radiofónica educativa que sirva de hoja de ruta para la mencionada articulación y programática educativa, dichos principios serían: 1-Visibilización del ecologismo social: Significa la difusión experta y no experta de los temas principales que más importan, centrándose en los que más afectan a la población. Ello implicaría más una dinámica de diálogo que de monólogo, partiendo de los conocimientos básicos existentes para proyectarse a los mínimamente necesarios; en un sentido de la crítica constructiva actual (según Paulo Freire) Implica no solo datos científicos, sino sobre todo el visibilizar y conocer los problemas y vivencias del pueblo por causa de la catástrofe ecológica 2- Proyección de propuestas de solución para el desarrollo social y ecológico: Serían las sugerencias expertas expuestas en la misma dinámica de diálogo y participación popular, siendo siempre la radio agente mediador y facilitador de los encuentros participativos entre expertos y referentes sociales y ciudadanos y 3- Determinación de campañas de difusión educativas para la transformación social y ecológica: En realidad sería el acompañamiento de las campañas que deberán hacer las organizaciones sociales y ciudadanas, elaboradas mediante la adquisición de los conocimientos necesarios sobre los problemas ecosociales y que permitieron la elaboración participativa de soluciones integrales de desarrollo ecosocial, donde la campaña educativa sea solo el primer paso a la realización de dichas soluciones.

 

Estas ideas son solo un esbozo que, obviamente, requerirá una profundización y detallamiento en otros trabajos o incluso talleres grupales y hasta una serie de trabajos sociales en redes.

 

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos y Ecologista

Postgrado en Didáctica Universitaria



[5] El concepto de Huella Ecológica se generó en 1996, fue ideado por Mathis Wackernägel y es el elemento científico determinante que pone límite al modelo de desarrollo y civilización vigente en la actualidad. A partir de la generación de este nuevo estudio científico –prácticamente desconocido para la mayoría de los medios de comunicación y la sociedad- se han hecho una nueva batería de estudios que cifran el límite de sostenibilidad total de la civilización en el año 2031, si no es antes. Sobre la huella ecológica se puede ver más en  http://www.cfnavarra.es/MEDIOAMBIENTE/agenda/Huella/EcoSos.htm , http://www.ladinamo.org/ldnm/articulo.php?numero=22&id=555 y en http://www.terra.org/articulos/art01139.html que trata sobre las comunidades de Galicia, en España.

[6] El cálculo de sostenibilidad y consumo, que es el fundamento de la Huella Ecológica, se determina por saber cuantos recursos naturales uno consume y destruye (según su estilo de vida y la tecnología que emplea) y cuanto la naturaleza tarda en volver a generar dichos recursos naturales. El promedio actual por ser humano no es el real por grupos humanos.  El enorme consumo de recursos, que nos lleva hacia un rápido agotamiento, se debe a que países como EE.UU. tienen una huella ecológica de 12 hectáreas por habitante, es decir, los estadounidenses solos acabarían con los recursos naturales del planeta probablemente en menos de 100 o 150 años o lo que es lo mismo, para que los EE.UU. pueda mantener su línea de consumo necesitan ya de 12 planetas Tierras. Los europeos en general necesitan de 3 planetas Tierras para mantener su estilo de vida sin agotamiento alguno. Los chinos hasta ahora necesitan 2 planetas (pero están transformando su economía para que se adecue según la llamada “Carga Ecológica Local”) y el resto de la humanidad solo necesitamos el planeta que ya tenemos, incluso menos. Más se puede ver en http://neofronteras.com/?p=743  y en http://neofronteras.com/?p=1004 y en http://neofronteras.com/?p=1011 Como estudio especial se debe observar el siguiente: http://www.tendencias21.net/Una-catastrofe-ecologica-se-perfila-en-2031_a582.html

[8] La llamada ecología humana enfoca al ser humano como un fenómeno único, sin entrar a considerar las causas históricas y estructurales de la pérdida de la armonía y equilibrio entre el estilo de vida humano y la naturaleza; ello se visibiliza en los programas de estudio de ecología humana; que se los puede observar en http://www.uned.es/122049/ , en http://www.ehcanarias.com/ , en http://www.educar.org/ecologia/eco-humana.html , en http://www.fuentedepiedra.es/pagina.asp?cod=79 y algo más en http://mx.geocities.com/p_t_live/EnsayoEcologia.html , si bien en este último trabajo se abordan más las cuestiones sociales, no se las considera en su plenitud política e ideológica. En cambio, la Ecología Social sí aborda las cuestiones políticas, históricas e ideológicas, centrándose en las relaciones intrasociales para entender como estas relaciones generan el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza; sobre ello se puede ver más en http://www.lainsignia.org/2002/agosto/ecol_002.htm Si bien Murray Bookchin fue el acuñador del concepto (dándole un carácter anarquista y libertario como enfoque ideológico) actualmente la ecología social no se encierra solamente a cuestiones puramente ideológicas, sino que se vincula principalmente con análisis científicos más centrados en la dinámica social y luego ésta con  la naturaleza; asumiendo transversal y paralelamente enfoques éticos, políticos e ideológicos no cerrados ni lineales, de manera a permitir una fluidez ideológica convergente y sinérgica que sume antes que reste; siempre orientado al reestablecimiento de la cultura humana con el medio ambiente tanto en el presente como en el futuro.

[9] Los recientes apagones contra el calentamiento global así lo indican, pero fíjese el lector que tal movimiento no llega ni a EE.UU. ni a China, el actual y mayor emisor de CO2 y destructor de recursos naturales. Ver más en http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/15/ciencia/1195154375.html

[11] Sobre lo que es la ganadería intensiva y su diferencia de la ganadería tradicional, se puede leer más en http://www.ingeba.org/lurralde/lurranet/lur19/19espej/19espejo.htm y en http://www.cec.org/files/PDF/ECONOMY/Speir-ExecSummary_es.pdf   es necesario decir que en Paraguay predomina la ganadería extensiva y tradicional

[13] En principio la transmodernidad es superación de la modernidad y su orientación hegemónica y vertical de innovación y aculturación unidimensional; pero también es superación de la posmodernidad y su relativización absoluta, de su totalitarismo de lo amorfo e inconsistencia. En el mundo musulmán, en su contexto se ha expuesto claramente lo que implica la transmodernidad y sobre ello se puede leer más en http://www.webislam.com/?idt=407

 

0 comentarios