Prioridades Para Una Nueva Política Educativa Y Sus Orientaciones Tecnocientíficas
Paradigma Cultural y Educativo
A través de todos los trabajos que se elaboraron para la temática del curso “Educación, Ciencia Y Tecnología” se dio énfasis a los temas universalistas y también a los que particularmente le corresponden a Paraguay. Toda política, como orientación de la gestión de grupos humanos, siempre tiene una carga ideológica, en el sentido de transmitir ideas de una determinada cultura con una determinada cosmovisión. Nuestra civilización, desde el primer motor a vapor, tuvo siempre la orientación de dominio y explotación de los recursos naturales para la satisfacción de las necesidades humanas; específicamente según los instintos primarios humanos: Vanidad, Poder y Sexo. La historia de la modernidad ha sido la historia de los avances tecnológicos y científicos para satisfacer esas tres orientaciones atávicas; siempre estuvieron presentes en el ser humano, solo que con la era industrial se logró explotar más los recursos naturales, generándose una nueva pirámide social que las distintas corrientes ideológicas no pudieron modificar sustancialmente (ninguna, ni el comunismo ni el liberalismo individualista, que se funda en dicho atavismo) Solo marginalmente se lograron avances beneficiosos para la mayoría de la población (vacunas y antibióticos) Hoy la modernidad y su mentalidad atávica ha llegado a un punto insostenible, por sobre explotar los recursos naturales hasta el agotamiento total.
La modernidad y su profundización, la posmodernidad, significaron un rompimiento total de siglos de tradición en las relaciones humanas, cayendo en el paroxismo de un “vale todo” incluso aberrante. Lo positivo fue el advenimiento de la democracia y tras los horrores de la segunda guerra mundial, la doctrina de los Derechos Humanos. Recientemente se agregó la Cultura de la Paz. Pero ninguna de estas doctrinas tan civilizatorias pueden superar la contradicción de la modernidad. La modernidad misma es contradictoria e irregular al fundarse en una mentalidad atávica de atavismo, hedonismo e inmediatismo extremos. Los grados de alienación que se han expandido tanto en sociedades de centro como de la periferia se vuelven una inercia gigantesca para adaptar las sociedades ante los nuevos desafíos medioambientales y culturales.
Parte de esta alienación se origina en el atavismo de la competencia salvaje, traducida culturalmente en el polisémico vocablo de “Competencia”, fundamento cultural de la modernidad. Competencia es luchar, guerrear, estar listo y preparado para competir, que es también ser el más productivo y, sistémicamente, el que más consume y destruye. La modernidad sin futuro es la “Competencia” sin límite, destrucción sin límite, guerra sin límite. Por ello es que la mayor parte de las riquezas y “competencias” producidas se orientan hacia la guerra, hacia la Vanidad, el Poder y el Sexo. Solo asimétricamente, muy inferiormente, se plantea una cultura hacia la Vida, la Igualdad y el Amor Trascendental. Esta irregularidad de la cultura moderna está en su fase final, a punto de quebrar la civilización hacia un desenlace de violencia y destrucción sin límites por tanta tecnociencia y pedagogía al servicio de la “Competencia” y la “Competitividad” de quien posee más que quién y a quién.
Prioridad: Hacia El Cambio de Paradigma
Paraguay representa una cultura atrasada, neofeudal y comunicativamente paleolítica (lo cual significa una mentalidad muy tribal, con poca capacidad de consensos en el disenso, la dinámica política-electoral y política-partidaria es la muestra más representativa de ello) Al país le llegó la modernidad con el genocidio de la guerra de la triple alianza. El pueblo paraguayo conoce mejor que nadie lo funesto de la modernidad. A ello se sumó la Guerra del Chaco, las dictaduras militares, la Operación Cóndor, la revolución verde de los sojales (que acabó con las selvas paraguayas) hasta el nuevo genocidio de los agrotóxicos con transgénicos. Literalmente la historia paraguaya es una historia de fatalismos, hasta el año 2008 (las mejores obras de Roa Bastos reflejan esta fatalidad que se convirtió en parte de la identidad paraguaya)
Por fin llegó el tiempo de superar esa fatalidad. Pero al mismo tiempo la modernidad en el mundo lanza a la humanidad hacia el fatalismo universal, literalmente el Apocalipsis. Se hace necesaria la adopción de un paradigma educativo que supere la modernidad.
Un primer paso:
Como se expuso en los primeros trabajos, es dejar de lado palabras polisémicas como “Competitividad” y “Competencias”. No es recomendable usarlas para establecer constructos teóricos, mucho más si se contextualizan con una determinada cultura, cuando lo que se quiere es cambiar esa cultura y civilización. Ciertamente los neologismos no son recomendables, pero muchas veces son necesarios cuando se trata de establecer cambios definitivos y bien diferenciados para un nuevo paradigma.
Obviamente, dejar de lado un concepto universalmente estatuido implicará un cambio total de todo el sistema educativo mundialmente consensuado, pero si desde Paraguay debe iniciarse ese cambio, entonces que sea así. Después de todo, el que está más atrasado es el que tiene más oportunidades para iniciar un nuevo camino que no sea el que otros ya han recorrido.
Un segundo paso:
El poner énfasis en el desarrollo de las facultades de razonamiento ético a través de la pedagogía emocional y crítica (reflexiva, proactiva, constructiva, evolutiva) Las neurociencias indican cuales son las metodologías más adecuadas para lograr que los jóvenes se conviertan en verdaderos ciudadanos independientes, solidarios y ecológicamente responsables. En un país con una tradicional cultura autoritaria esto es vital. Si viene apoyado por medios educativos de comunicación (radio) mejor. Aplicar solamente técnicas de meditación para fomentar el aprendizaje no garantiza la formación de una nueva conciencia para una nueva civilización. El cambio hacia una pedagogía que supere la modernidad (transmodernidad) implica un proceso de complejidad creciente, de límites no del todo conocidos.
Un tercer paso:
La participación protagónica de los docentes y de la sociedad organizada, en general, en la formación de un nuevo sistema educativo. Los procesos de cambios educativos deben ser horizontales, aunque la comunicación sea vertical entre expertos y comunidad no experta. En este proceso las TIC’s son claves. A la fecha no se estudió la forma de utilizar los teléfonos móviles (celulares) como herramientas educativas y de comunicación educativa. Los foros en Internet son vitales, es la base de la democratización comunicativa y la herramienta necesaria para el proceso de cambio de paradigma educativo.
En Conclusión
Las TIC’s hoy son las herramientas principales de una cultura sin futuro, de una civilización que se dirige hacia la destrucción total. Pero las TIC’s, con tecnología correctamente contextualizada, también pueden ser parte del paradigma educativo que oriente hacia una nueva civilización que supere la modernidad. Sin embargo, el trabajo principal no está en las TIC’s, sino en el trabajo humano: Los alumnos, los docentes y los padres. Paraguay es un país muy atrasado, pero justamente por estar atrasado y en la periferia de la civilización moderna, es que tiene más oportunidades para generar un nuevo cambio, no de un simple desarrollo clásico (estado de bienestar) sino de una nueva civilización… de un nuevo mundo, un mundo diferentemente mejor.
Abogado Alejandro Sánchez
Diplomado en Didáctica Universitaria