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Discurso Tradicional, Discurso Transformador

 

“Quien ocupa primero el campo de batalla y espera a su enemigo, está a sus anchas”

Tzun Tzu, El Arte de la Guerra

 

El pensamiento asimétrico oriental es muy poco conocido en el occidente, es la base filosófica de las artes marciales y del pacifismo activo. Mao Zedong (Mao Tze Tung) lo utilizó en su guerra de guerrillas para la revolución China. Actualmente sigue siendo la base filosófica de la diplomacia del Imperio Chino.

 

El pensamiento estratégico occidental sigue el modelo de Von Clauzewitz, fundado en el pensamiento dialéctico y en el racionalismo cartesiano. Actualmente la criminal doctrina de la Guerra de Cuarta Generación ha vuelto casi inválido a las bases estratégicas de “De La Guerra” de Clauzewitz, mucho más cuando se trata de fuerzas en total desproporción y desigualdad de relaciones, como es el caso de los movimientos sociales y partidos socialistas paraguayos frente a la gigantesca mole de los partidos tradicionales.

 

Muy por el contrario de lo que se pregona desde algunos partidos socialistas en Paraguay, los grandes partidos tradicionales no solo gozan de buena salud, sino que siguen su proyecto de empoderamiento hegemónico, usando y abusando de los recursos del estado, incluso de los que dependen directamente del Poder Ejecutivo. La ferrea defensa que los partidos socialistas y movimientos sociales hacen del proceso democrático y del gobierno de Lugo, impide que guarden algún discurso crítico con tal proceso de empoderamiento. Fernando Lugo apenas fue un evento atípico y muy puntual para la dinámica estructural de la política paraguaya, hasta ahora.

 

La única esperanza de los pequeños es la división de los grandes. Pero los grandes se resisten a divirse más profundamente de lo que están, al menos durante el año 2009, que termina al momento de escribirse este artículo; queda la esperanza de que las perspectivas son de profundización de la división.

 

La cuestión es que la simple estrategia de “acumulación de fuerzas” de las corrientes socialistas es muy clauzewitzta, muy propio del pensamiento estratégico tradicional.

 

Pensamiento tradicional para acabar con la política tradicional.

 

La contradicción es insalvable y por tanto la estrategia política está condenada al fracaso.

 

Más que una estrategia de acumulación, el pensamiento estratégico debería proyectarse hacia una expansión empoderadora, teniendo como base la acumulación de fuerzas, pero como mera base. La simple acumulación como estrategia y discurso parecería ser una herencia del antiguo leninismo, tan defensor del “vanguardismo” hoy por hoy sin mucha ultilidad gracias a las TIC’s (tecnologías de la información y la comunicación) Es un modelo mecánico y simplista que en ciencias sociales no tiene mucha utilidad, más que de referencia histórica. Actualmente, por la influencia de las matemática de caos, se habla de procesos de transición sistémica de un estado sociopolítico a otro radicalmente distinto[1].

 

Ya en Perfiles Ecosolidarios habíamos expuesto las bases de un modelo de pensamiento estratégico expansivo, no simplemente acumulativo. Pero a más corto plazo, se trata de establecer como base estratégica un pensamiento y discurso transformadores, igualmente expansivos.

 

La base de toda transformación es la esperanza, dinamizada por una Alegre Rebeldía Fernando Lugo fue en su momento el motor de una esperanza tan enorme, que casi ningún elector paraguayo vendió sus cédulas o dedo el día antes de las elecciones. Todos querían votar ese día porque sentían que por fin iban a decidir el destino del país, Fernando Lugo proyectaba tal esperanza por ser neófito en la política y por su aureola de Obispo (la tradicional imagen del sacerdote redentor, que dio origen a la nación paraguaya)

 

Mientras la política y pensamiento tradicionales solo pueden ofrecer lo que ya es conocido, la política y pensamiento transformadores (revolucionarios) pueden ofrecer algo radicalmente distinto, es decir, la esperanza. De ahí que el perfil del candidato transformador es el de aquel que pueda transmitir esperanza, mucha esperanza, a pesar de las más duras dificultades.

 

No guiarse únicamente por el marketing social y político, sino por redes de esperanza a través de liderazgos de base bien capacitados en comunicación motivadora (sobre todo en el caso específico del vocero radiofónico) además de la capacitación para el trabajo en grupos (cuadros) por  mancomunión democratica solidaria y la resolución conciliadora de conflictos; son una de las tantas cualidades formativas de la lidereza y el líder de base tan necesarios y tan importantes para una estrategia y pensamiento político expansivos. La madre joven que defiende el futuro de sus hijos es un modelo de lidereza que puede transmitir tal esperanza, obviamente, en las condiciones adecuadas[2].

 

Pero sobre todo la creación de un discurso transformador general, permanente, comunicable a través de frases y breves pensamientos radicalmente democráticos e incluyentes. Dicho discurso siempre deberá permitir cierta flexibilidad sorpresiva, para evitar contradiscursos hegemónicos que anulen totalmente al discurso transformador en lo mediático. Un discurso transformador general que sirva de guía para los discursos puntuales para una campaña específica, sea en internas o en externas.

 

Con el pensamiento tradicional no hay manera de cambiar la política tradicional. Ese es el gran desafío que tenía el socialismo paraguayo a finales de 2009. Quien haya enfrentado primero ese desafío, superándolo, habrá quedado a la cabeza de las fuerzas progresistas y socialistas paraguayas.

 

Alejandro Sánchez

Pacifista y Ecologista Revolucionario

Ciudadano Comunicador



[1] Ver más en http://altermediareflexiones.blogia.com/2009/102201-la-diversidad-creativa-no-es-puro-caos-sino-complejidad-dinamica.php Básicamente se da en la situación de fuerzas contradictorias en equilibrio, una vez situado en una posición de equilibrio contradictorio (aceleración e inercia iguales) aparece una tercera fuerza que genera el cambio de estado definitivo y la transformación (revolución) consecuente. El lo sociopolítico, es el caso de Fernando Lugo como candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio, su condición de ex obispo le dio la aureola de mesianismo renovador que permitió poner fin a 60 años de hegemonía política del Partido Colorado. No significó un cambio estructural en lo sociopolítico, sino un cambio de fuerzas coyunturales en lo meramente electoral.

[2] El machismo paraguayo es proverbial, hasta que punto es posible esta propuesta, es algo que se debe estudiar puntualmente.

 

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