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¡Que Los Tractores No Nos Roben La Vida!

En Paraguay las aguas sociales están inquietas, pero bien sujetas al molde tradicionalista y antidemocrático que la cultura paraguaya ostenta. El parlamento aprobó sin más trámite una nueva ley de agroquímicos hecha a la medida de los “productores” de grandes extensiones de monocultivos. Los “señores de la Tierra deforestada” tienen mayoría en el parlamento, a ellos poco o nada le interesan los estudios técnicos o las recomendaciones científicas, a ellos les interesa el lucro rápido y abundante, por más que ese lucro signifique matar los suelos y las aguas del Paraguay, incluso aniquilar al acuífero guaraní con glifosatos y otros “agroquímicos” que bien pueden ser llamados agrotóxicos. El tema debería ser de preocupación de Brasil y Argentina, los otros beneficiados del acuífero, pero ellos también están dominados por sus “señores de la Tierra deforestada”. Es posible que Fernando Lugo, en su habitual liderazgo limitado, promulgue la citada ley, los campesinos ecológicos tratarán de frenar tal  hecho, pero aún la ciudadanía activa en Paraguay es pequeña. En caso que no promulgue a dicha ley,  los deforestadores se movilizarán en el famoso “tractorazo” con todo el apoyo mediático de por medio (los medios de “información” comerciales están poseídos por los deforestadores, ellos son sus dueños) No es mucho lo que puedo hacer, pero quizás, para contrarrestar el muro hegemónico a favor de la deforestación y los tóxicos agrícolas, intente organizar una charla debate, a modo de protesta y pedagogía política.

 

Pero le pondría un elemento más: Un festival artístico a favor de la vida. Sería una contra manifestación a favor de la vida. No se trata de quien mueve más máquinas o gente, sino de quien tiene la razón y la ciencia de su lado, pero sobre todo quien defiende más la vida. Obviamente que los campesinos ecologistas  tienen todos los argumentos técnicos a favor, excepto los  medios de información, sabiendo a quienes pertenecen esos medios. Entonces lo que se necesita es crear una pedagogía política en redes para despertar la conciencia de la ciudadanía sobre la sentencia de muerte que significa seguir con el mismo modelo agrícola de destrucción masiva en Paraguay. Dicha pedagogía en redes debe ser esperanzadora, alegre y rebelde, que le haga notar al ciudadano que tiene mucho poder, aunque cueste tiempo y mucha paciencia el lograr ejercer el mismo. Al tractorazo se le tendría que anteponer un festival de movilización y manifestación por la vida como parte esencial de una serie de acciones directas  contra la destrucción de la vida en el país. Los movimientos del humanismo biocentrico radical deberían ver metodologías de lucha similares y no solo pensar en cierre de rutas, ocupaciones y piquetes, una lucha por la vida debe ser tan diversa como la vida misma.

 

Es el compromiso de todos por salvar nuestro futuro y sobre todo el futuro de nuestros hijos. No permitamos que los tractores nos roben la riqueza de los suelos, de las aguas y del clima de nuestro país, que ya está enfermo por tanta destrucción.

 

 

 

 

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Humildes paraguayos sufriendo las consecuencias de la deforestación: Inundaciones repentinas en medio de extensas sequías. Más en Noche difícil para los pobladores de una villa anegada por el Ytay

 

Información relacionada en la prensa comercial: MAG y productores inician diálogo para frenar un nuevo tractorazo

 

Abogado Alejandro Sánchez

Comunicador Social

Activista de Derechos Humanos y Ecologista

Pacifista Solidario Internacional

 

 

 

 

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