EL FIN DE LA ESPERANZA
A veces, en la lucha, hay que dejar de luchar para descansar y darse tiempo en buscar una nueva forma de lucha.
Publicado también en Argentina Indymedia
Hoy decidí tirar la toalla en mi búsqueda de capacitación y especialización en temas ecológicos y ambientales. Decidí renunciar a un curso de postgrado en Gestión Ambiental al que estaba cursando, porque ni tengo financiación para pagarlos ni pienso usar más de mi tiempo en un área que no me servirá como fuente de trabajo. Es imposible ser consultor ambiental y a la vez tener una coherencia en defensa del medio ambiente en Paraguay y especialmente en Ñeembucú. ¿Porqué? Porque los que más destruyen el medio ambiente son justamente los que contratan a los consultores ambientales para “maquillar” esa destrucción generalmente.
¿Porqué afirmo esto?
En Paraguay por 70 años se instauró una cultura autoritaria, corrupta, cínica y fraudulenta. Paraguay llegó a ser el segundo país más corrupto del mundo no por un gobierno ocasional, sino por toda una estructura estatal y cultural instauradas por más de medio siglo, hasta se formó una pirámide y estructura social en base a dicha corrupción. La llegada de Fernando Lugo provocó muchas esperanzas, pero terminó cayendo en la lucha por sobrevivir a una gigantesca campaña de boicot y desestabilización democrática. Finalmente habría hecho lo indecible, supuestamente pactó con el ala más fascista y retardataria de la política paraguaya y supuestamente les concedió embajadas y otros espacios públicos. El líder de este grupo neofascista, Lino César Oviedo, incitó a sus seguidores al fanatismo y la violencia con su frase “correrán ríos de sangre” el único asesino del Marzo Paraguayo que quedó preso, Walter Gamarra, así lo dio a entender en un entrevista periodística. En la masacre del Marzo Paraguayo hubo más de 14 francotiradores asesinos y todo un plan para avanzar en la matanza de jóvenes defensores de la democracia. Lo sé bien porque soy un sobreviviente de dicha masacre y de esos 14 francotiradores.
A pesar de ello, si lo del pacto es cierto, Fernando Lugo hizo en parte lo correcto en el sentido de lograr un mínimo de gobernabilidad para mantener la economía paraguaya, expoleada por la crisis mundial y necesitada de un crédito internacional que debía ser aprobado por el Parlamento, dominado por los grupos retardatarios. Pero se equivoca enormemente al mismo tiempo, porque los sectores retardatarios son los líderes de esa cultura del cinismo y la traición, buscarán ganar favores y traicionar al novel ex obispo que recién se inicia en política.
Justamente, porque los sectores retardatarios dominan el Parlamento y este, a su vez, decide el presupuesto del estado y la renovación del poder judicial y otras instituciones claves, justamente por eso es que sigue casi intactas las prácticas culturales de corrupción y fraude en la mayoría de las instituciones públicas. Las pocas investigaciones periodísticas que hace la prensa comercial así lo corroboran.
Es en ese contexto, una historia colectiva que afecta a mi historia personal, es en esta situación que ya no veo futuro en seguir estudiando, porque no hay ni habrá en muchos años espacio laboral para alguien que quiera conservar su libertad de expresión y su libertad de conciencia. O estudias y te capacitas para saber callar y ser servicial a los corruptos, olvidando toda ética, o sencillamente estudias por estudiar.
Y a mi edad ya no puedo darme el lujo de estudiar por estudiar, ya usé seis años de mi vida, más cinco de trabajos intensos, en el campo del derecho y la abogacía. El poder judicial paraguayo es la institución más corrupta de todas y no va a cambiar en su modus operandi en los próximos cinco años. Además, las universidades públicas y privadas lanzan al año cientos de jóvenes con título de abogado que sólo pasan a formar parte de la larga lista de “Ilustres Desempleados”, solo unos pocos (los que más saben engañar y defraudar) logran ganar buen dinero y vivir de esa profesión, muchos lo intentan, pero pocos ya estuvieron agazapados convenientemente antes de recibir el título universitario.
Es este contexto que se puede afirmar, sin errar mucho, que un consultor ambiental hace el “trabajo sucio” de “maquillar” la destrucción ambiental que sufre y seguirá sufriendo el Paraguay. Obviamente, la Secretaría del Medio Ambiente o SEAM en Paraguay cae inevitablemente en ese mismo círculo de cinismo y defraudación, ya que también depende del parlamento dominado por los sectores retardatarios. Quizás algo intente hacer el Arq. Oscar Rivas, Ministro Secretario de la SEAM, pero lo poco que intente hacer irá en contra de los sectores retardatarios, verdaderos fanáticos de la destrucción ecológica y ambiental. Habrá que ver hasta cuando aguanta estar en el cargo.
Así como la SEAM, así están también todas las instituciones públicas en Paraguay, quizás no tanto el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, la Secretaría de la Niñez y la Secretaría de Acción Social (sin olvidar a la nueva Secretaría de la Comunicación para el Desarrollo) pero solo porque no son tan apetecibles para los políticos retardatarios corruptos. Las instituciones públicas más apetecibles han sido y son las de Obras Públicas, la de Educación y la de Aduana y Puertos. Cuando hablo de Educación, me refiero a todas las instituciones públicas, desde las escuelas primarias hasta las universidades públicas. ¿O acaso es posible encontrar abundante publicación científica de las universidades públicas paraguayas?
Si por si acaso existen personas éticas y honestas en alguna institución pública, no pueden estar en cargos de decisión y gerenciamiento y, obviamente, jamás podrán siquiera soñar con un concurso de méritos y aptitudes trasparentes (los concursos los hay, pero la mayoría están todos amañados, son solo meras formalidades para guardar las apariencias) Serán siempre y por siempre simples adornos de dichas instituciones.
Trabajé seis años en la Contraloría General de la República y me fui de ahí porque no había futuro. Me han contratado recientemente en otra institución pública pero tampoco allí hay mucho futuro, mucho más con un salario que ni alcanza la mitad del salario mínimo legal.
Ejerzo voluntariamente la comunicación comunitaria, pero allí tampoco hay futuro, jamás podré obtener un nivel de vida digno de dicho trabajo, habida cuenta en la precariedad en la que está la verdadera comunicación comunitaria en Paraguay.
Por suerte he nacido en una familia de pequeños comerciantes exitosos, en esto soy un privilegiado. Al fin y al cabo, luego de años y años de estudio, de cursos en idiomas, en protocolo y ceremonial diplomático (¡hasta eso ridículamente estudié!) de años y años de escribir monografías y hasta un proyecto de investigación social en preparación, después de tanto sacrificio mío y de mis padres, llegué a la conclusión que solo el comercio es el único futuro posible que tengo.
Las esperanzas de cambios reales contra la corrupción ya se han desvanecido, el gobierno de Fernando Lugo será solo un poco menos corrupto que los gobiernos anteriores, aún en contra de la voluntad de Lugo.
Ya luché demasiado por un nuevo país, ya estoy cansado, quiero tener un futuro en el que pueda ser independiente en lo económico y al menos poder vivir mínimamente con dignidad. Solo me queda la lucha esporádica, ocasional y eternamente paciente, más como un hobby que como un trabajo voluntario.
Ya arriesgué demasiado por tan poco. Ya luché demasiado para obtener demasiado poco.
Con esto pongo fin a este efímero diario de ecología política, quizás siga con el boletín del ecólogo social, pero no en forma tan regular. Con respecto a la destrucción del humedal de Paso Pindó y el arroyo Ñeembucú, haré lo que pueda, pero no será mucho ni tan afanoso. Un modo de lucha que hasta no parecerá lucha.
SE ACABÓ LA ESPERANZA!
Abogado Alejandro Sánchez
Activista de Derechos Humanos y Ecologista
Pacifista Solidario Internacional
1 comentario
Jennifer French -