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Los Días del Juicio Final

 

Este diario de Ecología Política tiene como fin dejar registrado el día a día de la política nacional de Paraguay, además de la local del sur, el departamento de Ñeembucú y, eventualmente los acontecimientos de alcance mundial; todos en referencia a la grave crisis ecológica planetaria. Será un diario crítico en base a cinco valores o ideas orientativas:

 

1-Cambio de Civilización: Los avances y retrocesos hacia un cambio de civilización y de un nuevo uso del cerebro humano para una nueva mentalidad y visión de la realidad.

2-Derechos Humanos y Cultura de la Paz: Valores intrínsecamente relacionados entre sí, servirán de parámetro de medición de la conducta política de los actores observados.

3-Democracia Participativa y Pedagogía Dialogante y Debatiente Renovadora: El grado de participación y articulación que los actores políticos den a la ciudadanía para convertirse en actora de los procesos políticos como agente de gobierno, además del desarrollo de las competencias políticas entre actores y su vinculación con los valores anteriores ya mencionados.

4-Trascendentalidad Crítica: La capacidad de todos los agentes políticos de ser coherentes con una visión trascendental de tipo espiritual-religioso que permita el ecumenicismo y el pensamiento crítico metodológico constructivo.

5-Adaptabilidad Ecológica: La innovación de la que son capaces los agentes políticos en la conducta pública, en el discurso público y en las relaciones grupales, en relación a los nuevos desafíos medioambientales.

 

 

Establecidos los valores, ahora podré empezar a evaluar el día a día del quehacer político local, nacional y mundial, según mi particular punto de vista y los valores ya descritos.

 

 

“Los Días del Juicio Final”

 

 

Obviamente son los días del juicio final, lluvia negra inaudita sobre Asunción, capital de Paraguay, producto del humo y el polvo que una tormenta levantó en Ñeembucú y Pilar, dónde vivo, al sur del país; es decir, una tormenta de arena desconocida en Ñeembucú, algo más propio de un clima árido que subtropical. Los polos se derriten aceleradamente a nivel mundial, los terremotos se vuelven más intensos a consecuencia de la gran cantidad de agua que cae a los océanos, algo que ya se notaría en Italia. El dengue que avanza descontroladamente en una Argentina que jamás conoció de una epidemia así, causada por el calentamiento global, la deforestación y el empobrecimiento de los argentinos; que genera barrios de emergencia con nula o escasa sanidad.

 

Y los políticos, la política y la ciudadanía. A nivel local no pasa mucho, salvo el primer caso de dengue en Pilar, posiblemente de alguien que se contagió de afuera, ya pasó eso en años anteriores. Pilar es una ciudad aislada, es su problema y su ventaja a la hora de las futuras pandemias que podrían acabar con 1/3 de la humanidad. Los castigados humedales de Ñeembucú ayudan a este aislamiento, benditos humedales tan maltratados.

 

Por cierto, en el inútil debate sobre los límites de Pilar y la localidad vecina de Isla Umbú, el intendente de Pilar, Carlos Silva, no hizo ningún reparo en que tuviera a un destructor  de la naturaleza como asesor en la conferencia de prensa del día 02 de abril de 2009. Me refiero al afamado Derlis Perez, el técnico destructor de Paso Pindó, la fuente del arroyo Ñeembucú. Flaco favor hizo Carlos Silva a su imagen de nuevo político con la presencia de tal personaje en la conferencia de prensa que hizo.

 

Este inútil debate sobre los límites de Pilar, definidos por una ley nacional aprobada en el año 2008, comenzó a iniciativas del diputado Víctor Ríos, que pidió la derogación de la citada ley. Tal pedido cayó como un baldazo de agua para muchos y algunos percibieron tal pedido como parte de una pugna política entre Carlos Silva y Víctor Ríos, ambos del mismo partido, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Desde la democracia participativa y la pedagogía política renovadora, tal debate no tiene mucha trascendencia, debido a que Ñeembucú sufre los efectos del calentamiento global. Hay gente que pasa hambre por haber perdido sus cultivos de subsistencia, algo propio del tercer año de una “Niña” atípica que hacia julio-junio se retirará. Esta situación aún no está siendo solucionada por el gobierno nacional, a pesar que hace más de seis meses atrás ya se le advirtió de tal problema al ministro de emergencia, el socialista Camilo Soares.

 

El gobierno paraguayo o no puede o no dimensiona aún la catástrofe que significa para Paraguay la deforestación, el monocultivo sojero y el calentamiento global. Posiblemente aún no dimensiona toda la catástrofe, no hay muchos técnicos en el país que entiendan de cuestiones ecológicas.

 

A nivel mundial no hay nada que comentar, Barack Obama y todos los líderes del G-20 viven pensando aún en sostener una civilización y cultura mundial que no tiene futuro.

 

Los “Días del Juicio Final” de GAIA avanzan, hasta que se llegue al shock ecológico mundial, a una catástrofe humanitaria universal que supere a todo el sistema. Días de llanto y del rechinar de dientes, como describió San Juan en el Apocalipsis.

 

 

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos y Ecologista

Pacifista Solidario Internacional

 

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