Blogia
altermediaparaguay

Por Fin Se Acaba La Santa Aureola de Fernando Lugo

Es de lo más saludable, ya era hora de tener un presidente completamente terrenal. Es realmente encomiable lo que ha hecho Fernando Lugo y desde el contexto cultural paraguayo es realmente valiente y admirable, ojalá miembros de su gobierno le sigan el ejemplo y también los demás varones del Paraguay con hijos ocasionales (producto del consabido sexo ocasional) que son muchísimos por cierto.

 

Bueno, hasta aquí el análisis positivo. La otra cara de la moneda: Fernando Lugo mintió descaradamente al pueblo paraguayo cuando afirmaba que eran mentira las afirmaciones que lo relacionaban con la paternidad de hijos no reconocidos. Estas no son mis afirmaciones, son los dichos del clérigo católico Mario Melanio Medina; hasta ahora amigo de Lugo y compañero suyo en la teología de la liberación. Las críticas destructivas más ácidas lo tachan a Lugo de mentiroso consuetudinario, estafador, ladrón de esperanzas y fracaso rotundo de algún proyecto de cambio en Paraguay.

 

Esas críticas faltan a la verdad, pero sí quedan por la mitad.

 

La cuestión de la paternidad de Lugo es absolutamente baladí, insignificante. La cuestión es lo que refleja en la personalidad de Lugo y que lo venía manifestando en los últimos meses: Falta de Carácter, que finalmente se traduce en falta de liderazgo político. El liderazgo eclesial es bastante sencillo, habida cuenta de los dogmas inmutables de toda religión y de las aureolas de santidad que la jerarquía inviste a los clérigos en sus cargos y funciones. Pero el liderazgo político no viene adherido a alguna aureola sacrosanta. Muchos creíamos que la falta de liderazgo de Fernando Lugo era una cuestión circunstancial, propia de un clérigo que deja las vestiduras teológicas para ingresar al controvertido y complejo mundo de la política convertida en politiquería rastrera por 70 años de práctica de autoritarismo y alienación de masas. Su paternidad magnificadamente irresponsable y recientemente asumida implica que su incapacidad política no es circunstancial, sino inherente al propio Fernando Lugo.

 

En consecuencia, el designio verdadero tras los mareos mediáticos es “HASTA AQUÍ LLEGAMOS CON LOS CAMBIOS EN EL GOBIERNO DE LUGO”

 

Nada de socialismo del siglo XXI, ni pizca, nada de revolución, siquiera democrática, ni siquiera nada de gobierno al puro estilo Lula Da Silva (toda una utopía paraguaya) Solo un eterno gobierno con discursos dubitativos, cansinos, aletargados y aburridos. Solo aplausos a algunas obras públicas, a un sistema de medicina nacional básico, a algunas pensiones para ancianos o becas exclusivas para pocos estudiantes, además de programas del FMI y el Banco Mundial sobre asistencialismo condicionado para apaciguar un poco el proceso de empobrecimiento de la ciudadanía paraguaya, sin detener en nada ese proceso de empobrecimiento, triste función que le toca a una llana secretaría de acción social que ni hará el 1% de lo que hace un ministerio de desarrollo social.

 

Nada de sembrar entre piedras, arena o campo fértil, más bien tirar semillas por algunos lados a ciegas y sin importar que pasa luego. Es decir, nada de la parábola del sembrador, sino de la paradoja de un tuerto miope rodeado de ciegos que lo empujan para todos lados. Aunque los que más pujarán ahora serán los liberales Blas Llano y Mateo Balmelli, los cada vez más visibles gobernantes tras las figuras del gobierno. Excelente es ahora que Lugo pierda su aureola de santo, jamás lo voté por ello. No voté a un santo, voté porque exista un líder para un cambio. Algún cambio a duras penas hay, pero líder no existe en el nuevo gobierno paraguayo. Obviamente otros son los que irán llenando el vacío de falta de liderazgo visible y no serán precisamente los dirigentes de sectores socialistas.

 

¿Qué viene ahora?

 

El posible nacimiento de un “ejército de hijos de Lugo”. Luego renacería lo de las FARC y el EPP (ver Guerra Contra El Pueblo Paraguayo)  y luego se remataría con el parloteo sobre la muerte de Cecilia Cubas.

 

Quizás la pensión a los ancianos deje a Fernando Lugo con una popularidad de base, que jamás sabrá aprovechar para convertir su gobierno en algo que se proyecte en la construcción de un nuevo país. Otros serán los que aprovecharán y no serán los de tendencia socialista.

 

A las organizaciones sociales les queda solo el camino de la radicalización en la lucha. Al partido liberal  paraguayo le queda la condena de depender del gobierno de Lugo para seguir reproduciendo mayormente los errores del pasado, cooptado por una oligarquía más feudal que capitalista (la modernidad no llegó plenamente a Paraguay)

 

A muchos jóvenes les queda el camino de salir del país a buscar mejores horizontes, ya que los escasos concursos para cargos de servicio público solo se darán excluyente y mayoritariamente en la capital del país y las políticas de generación masiva de empleo jamás existirán; porque no habrá verdadera reforma agraria.

 

Que Lugo pierda su aureola es excelente, lo malo es su enfermiza falta de carácter, que condena al Paraguay a los tumbos, a los tropiezos, a la eterna confusión e inestabilidad política. Una lástima por López Perito, jamás debió regresar de nuevo al cargo secretario general de Fernando Lugo. De ahora en más solo quedan preponderantemente la desesperanza y la desesperación como motores del cambio en Paraguay, desesperanza sostenida por inconsistencias propias de la falta de liderazgo.

 

Y la desesperación... la desesperación la impondrá GAIA, la naturaleza ante el shock ecológico que se está iniciando, el apocalipsis al que Fernando Lugo no está preparado para enfrentar.

 

Solo la desesperanza y la desesperación serán los motores del cambio político en Paraguay. O las organizaciones sociales y realmente progresistas aprovechan eso o lo hacen los neofascistas de siempre. Y si peco de pesimismo lo siento, pero es lo que observo que se va proyectando.

 

 

 

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos y Ecologista

Pacifista Solidario Internacional

 

2 comentarios

parapiti -

ESTUPRO EN EL OBISPADO

2009-4-13

Por Luís Agüero Wagner.

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.


No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW

Joe Tobar -

Bueno, fuera de juicios innecesarios, se manifiesta una vez mas la verdadera naturaleza humana y el instinto inherente en nuestra especie. No entiendo el porque, en pleno siglo 21 se sigue permitiendo el celibato en los sacerdotes catolicos, algo que desde la antiguedad ha carecido de toda logica aparente, debido a que el celibato deberia ser una 'desicion" propia del individuo totalmente convencido de que podra resistir fisica y sicologicamente los embates de su propia y muy natural sexualidad. Cuantas violaciones, hijos no deseados y abusos por parte de sacerdotes catolicos se hubiesen evitado si tan solo se les permitiese como a todo ser humano el tener esposa y familia. Una prueba mas de que la Iglesia Catolica debe tomar seriamente el reformar sus instituciones y normas que ya muchos millones en demandas le han costado. Conclusion: No es nada de que aterrarse, es simplemente una funcion natural de cualquier ser humano la sexualidad no importa su credo o religion. Saludos :)