Empieza el terrorismo paramilitar con encubrimiento estatal.
Tekojoja denunció secuestro de activista
“Anoche, a las 23:30, aproximadamente asaltaron, maniataron y secuestraron por unas horas al compañero Guillermo Giménez, integrante de la Conducción Nacional del Movimiento Popular Tekojoja, por el Departamento de Canindeyú, cerca de la Colonia Fortuna, distrito de Curuguaty”, indica un comunicado.
El documento refiere que “Giménez acudió con su motocicleta a un llamado de auxilio de un dirigente indígena en la Colonia Fortuna, con el fin de acercar en forma urgente al Hospital Regional de Curuguaty a un hijo de este cacique que estaba muy enfermo”.
Sigue relatando que en el trayecto fue interceptado por cerca de 10 personas vestidas de para para’i y verdeolivos quienes a punta de armas de grueso calibre bajaron a Giménez, lo llevaron a un bosque, lo maniataron, le sacaron la motocicleta, un arma calibre 22 que portaba, un celular y lo mantuvieron allí, boca para bajo, con la fuerte custodia de los integrantes del comando paramilitar. Después de un buen tiempo, lo abandonaron y él pudo llegar caminando hasta la comunidad de Fortuna.
“El Movimiento Popular Tekojoja considera que a la inseguridad reinante en nuestro país sostenida por el Gobierno actual se suma una persecución política a los dirigentes de Tekojoja, que se expresan en forma de asaltos, despojos de bienes y acciones de amedrentamiento”, indica.
Guillermo Giménez, docente, promotor de salud, comunicador popular y dirigente de Tekojoja ya fue objeto de otro asalto hace dos meses y recibe presiones, al igual que otros luchadores, de sectores mafiosos a raíz de sus tareas organizativas y también por su labor en la Radio Popular Kanindeju. “Este no es un hecho aislado. La misma Radio Popular Kanindeju fue decomisada por el Gobierno justamente también en tiempos electorales”, añade el comunicado.
El Movimiento Tekojoja urge a las autoridades fiscales y de seguridad la exhaustiva investigación de estos hechos para su aclaración y devolver a la ciudadanía un bien sagrado que es la seguridad de la vida y los bienes. “No es racional que no se pueda vivir y convivir en un estado derecho pleno; es inadmisible la presencia de grupos paramilitares y otros grupos armados accionando con total libertad e impunidad. Los grupos mafiosos de la zona han venido operando en la zona desde hace mucho tiempo persiguiendo, principalmente, a los sectores sociales y populares de distintas maneras. Es, pues, necesaria la fuerte intervención de las fuerzas públicas y judiciales para poner fin a este estado en el departamento y en el país”, concluye.
2 comentarios
Alejandro Sánchez -
Elle -
Saludos y feliz año. (: