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Contestación Al Controvertido Editorial de La Nación de Argentina

 

Publicado también en Polémica Sobre La Guerra De La Triple Alianza 

 

Aclaración:

Este tema trata de la siempre polémica y recientemente aclarada Guerra de la Triple Alianza que resultó en el genocidio casi total de un grupo nacional organizado en un estado: El pueblo paraguayo. Hasta la fecha es el único caso de su tipo en el mundo. En recientes fechas, Cristina Kichner, la flamante nueva presidenta (primera mujer electa) de la Argentina, hizo un elogio público a favor del Mariscal Francisco Solano López; presidente del Paraguay durante la citada guerra y que peleó en la misma hasta morir, junto con la casi totalidad de la población paraguaya; ello incluyó el nombramiento de una unidad militar con el citado nombre del líder paraguayo. Ante este hecho, que significa una reconciliación histórica lograda a más de 140 años del genocidio del pueblo paraguayo, el diario La Nación de Argentina (periódico fundado por Bartolomé Mitre, quien fue el presidente argentino que dirigió la guerra contra Paraguay) bajo dirección del tataranieto de su fundador (también llamado Bartolomé Mitre) emitió un editorial rechazando enérgicamente los elogios a López. A ello, el periodista Luís Verón (avezado historiador paraguayo) responde con este artículo:

 

 

De homenajes y de oprobios

 

 

En la vida de los pueblos hay acontecimientos que marcan a fuego la convivencia internacional. Así también, muchos hechos protagonizados por dichos pueblos han dejado profundas heridas en el sentimiento colectivo. Mirar el pasado y analizar con ojos críticos, develando las causas y los enigmas que la Historia nos ofrece, nos lleva a entender nuestros actuales desasosiegos

 

 

 

 

Mariscal Francisco Solano López

Confrontando fríamente los episodios de nuestra historia –mirando desapasionadamente nuestros errores y nuestros logros– nos llevará a descubrir las claves de una convivencia actual armoniosa. ¿A qué vienen estas disquisiciones? Al escozor causado en nuestro medio por el comentario editorial del diario bonaerense La Nación (fundado por Bartolomé Mitre en 1870) sobre la decisión del Ejército argentino de denominar con el nombre del mariscal Francisco Solano López a una unidad militar. La postura y la crítica del diario La Nación es coherente y lógica, pues ese importante medio de prensa fue fundado por el propio Bartolomé Mitre, estadista argentino que se alió con el uruguayo Venancio Flores y el brasileño Pedro II para traer la “guerra civilizadora al Paraguay”, una guerra que en vez de civilización, trajo sufrimiento, desolación, miseria y muerte, con sus terribles consecuencias demográficas y de otra índole. Sin entrar a analizar los hechos concomitantes, es de justicia reconocer que fue López quien, con sus desatinados actos, desató la guerra; también es verdad que fuerzas paraguayas realizaron desmanes contra la población civil de Corrientes. Pero también es verdad que estos desmanes y otros hechos fueron castigados con el ajusticiamiento del general paraguayo que permitió dichas atrocidades.

Bartolomé Mitre, Pdte. argentino.

Lo ilógico del comentario de La Nación, que acusa a López de genocida, es que el genocidio del pueblo paraguayo fue causado por la Triple Alianza y no por el mariscal López. La población paraguaya casi fue exterminada por una guerra desigual del ejército y pueblo paraguayos contra los ejércitos de tres países aliados. Tratar a López de genocida es cerrar los ojos a las penurias causadas a la población civil, a los prisioneros paraguayos obligados a pelear contra sus compatriotas, al tráfico de niños llevados al Brasil como esclavos de los ingenios agrícolas; es cerrar los ojos al concurso de “voluntarios” provinciales traídos maneados al campo de batalla; es cerrar los ojos a una de las causas principales de la guerra: desterrar el conservadurismo regional y la imposición de un sistema y de una ideología política, el liberalismo.

 

Defensa paraguaya en Curupayty (Oleo de Cándido López).

Es cierto que López cometió innúmeras torpezas en la conducción de la guerra, pero no menos cierto es que también los cometió Mitre, cuando fungiendo de estratega llevó a la muerte a cerca de cinco mil aliados, que perdieron la vida chapoteando en los esteros de Curupayty –¿eso no es genocidio?–. Tal vez no sea genocidio, pero de que tuvo un alto costo político para Mitre, lo tuvo, pues se vio obligado a abandonar la comandancia del ejército aliado y acudir presuroso a sofocar los levantamientos de amplios sectores del pueblo argentino, contrarios a la guerra contra el Paraguay. Para criticar la paja en el ojo ajeno, miremos primero la viga en el ojo propio. López, lógicamente, fue un hombre de su tiempo, con la mentalidad de su tiempo y representante de un pensamiento contrario a los vientos ideológicos que se iban imponiendo en esta parte del mundo. Que López haya sido un ferviente conservador, tal vez para los ojos de los liberales aliados haya sido equivalente a ser bárbaro. Pero las barbaridades realizadas por los aliados, con sus saqueos, violaciones, profanaciones, muestras de civilización, precisamente, no fueron.

 

 

 

Fuerzas aliadas, carne de cañón ante las triaderas de Curupayty.

De ahí que compararlo con un monstruo, como lo fue Hitler, es absurdo. Por lo menos, sus acciones fueron consecuencias de la misma guerra, no de un minuciosamente calculado sistema implementado para la eliminación de adversarios, como lo realizado en la misma Argentina por el Proceso de Reconstrucción Nacional, décadas atrás, y motivo de profundas heridas que no terminan de cicatrizar en la sociedad argentina y ante los cuales gran parte del periodismo argentino cerró los ojos. El comentario editorial del periódico de Bartolomé Mitre (tataranieto) menciona que se están realizando auspiciosos esfuerzos para limar viejos rencores entre las sociedades paraguaya y argentina. ¿El gesto del Ejército argentino, acaso no es una muestra de esos esfuerzos? Es un gesto que habla de la grandeza y el pundonor de las Fuerzas Armadas del vecino país.

Luis Verón

 

COMPARÓ A LÓPEZ CON HITLER

El diario “La Nación” de Buenos Aires publicó en su edición del pasado jueves un comentario editorial con el título “Absurdo tributo a un dictador”.

En la nota cuestionó el hecho de que el Grupo de Artillería Blindada 2 de Rosario Tala, Entre Ríos, haya adoptado el nombre de “Mariscal Francisco Solano López”. “El Ejército argentino ha reconocido el 14 de setiembre último, presuntos méritos extraordinarios a quien, como mandatario de Paraguay, dispuso, en 1865, la invasión del territorio argentino, provocó enormes daños, muertes de inocentes y el cautiverio de mujeres correntinas que soportaron crueles sufrimientos por su orden”, señala un párrafo del editorial. “La denominación de Mariscal Francisco Solano López a una unidad militar de un país cuya bandera el dictador pisoteó es tan absurda como inadmisible sería que Francia o Polonia llamasen Adolf Hitler a uno de sus regimientos”, compara en otro párrafo la nota editorial.

 

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