Un Encuentro Con La Rosa Mística
Los estados místicos pueden ser profundamente curativos y tener un importante impacto positivo en la vida de quien los experimenta.
Stalinaf Grof (En Busca del Ser)
De todas las historias, las menos populares son las místicas. Han quedado relegadas a los vetustos libros sacramentales de las religiones, fosilizadas, como si fuera que la historia de la fe se detuvo en un tiempo determinado y luego ya nada cambió, todo quedó en repetir una y otra vez las mismas enseñanzas por milenios. La cultura moderna y posmoderna, centrada en el egocentrismo, el racionalismo y el materialismo extremo, ha anulado la naturaleza mística y progresiva del ser humano, convirtiéndolo en un animal racional domesticado por los poderosos y también por algunos jerarcas religiosos, aunque no todos.
Pero así como la historia no se detiene, la fe tampoco se detiene en el tiempo. El siguiente relato quizás así lo expone. Lo hice con humildad y con sencillez, pero también con coraje y firmeza, tratando de guiarme por la fuente creadora en acción en nuestras vidas, que entre los católicos se conoce como Espíritu Santo[i].
Un Testimonio Inesperado
Pensé que iba en esta vida a ser un simple testigo reflexivo de los cambios radicales que se están sucediendo. Pensaba vanamente que lo mío era solo proponer una nueva forma de pensar filosófica y nada más. Pero maravillas inesperadas me han lanzado en una nueva y misteriosa dimensión vivencial.
Mi encuentro con la Rosa Mística, la advocación más apasionada de la Madre Celestial, entre los católicos, ha sido y es de lo más sorpresiva.
Fue un hecho sorpresivo e intensamente subjetivo y simbólico, algo que en mucho escapa a la objetividad del pensamiento científico. Hay detalles que por humildad y prudencia no expondré.
Aquel 28 de Junio de 2010 no tenía pensado ir a visitar a las imágenes de la Rosa Mística, no estaba en mis planes. Solo estaba previsto resolver unos trámites para la participación de mi organización en el IV Foro Social Américas, junto a las organizaciones que participan del movimiento laico y escatológico del místico Giorgio Bongiovanni.
Desde hace un tiempo mi organización se ha adherido a muchos de los mensajes y fines de Bongiovanni, quien es más popular de lo que se piensa entre los laicos cristianos católicos, además de cristianos y no cristianos en general de Sudamérica, incluso entre algunos miembros de jerarquías cristianas religiosas. 21 años de llevar los estigmas de Cristo hacen de Bongiovanni el protagonista místico universal de comienzos del siglo XXI.
Terminado los trámites a la mañana, fui a almorzar a la casa de una queridísima amiga, en el barrio Tacumbú de Asunción, a escasas cuadras del hogar de una familia cuyas imágenes de la Rosa Mística servían para que la Madre Celestial se manifestara y que habían sido noticia nacional y escasamente internacional, todo por el mundial de fútbol de ese momento.
Hablamos de paso sobre las imágenes, pero ninguno de los dos tenía planes de visitarlas. Ella me dijo que debía llevar a sus hijos a un cumpleaños y que no había caso para visitar a dichas imágenes en las que la Madre Celestial se manifestaba.
Pero, sorpresivamente, le llaman y le avisan que se suspende el cumpleaños. “Vamos” le dije, “queda acá cerca”. Fuimos y a medida que nos acercábamos mi corazón empezaba a latir con más fuerza, como nunca había latido antes. Me sentía realmente extraño.
Llegamos al lugar más por intuir dónde quedaba que por preguntar. Era la casa de la familia Rojas Frutos. Debo decir que la señora Fátima Rojas nos recibió de gran manera. Personalmente estaba extasiado y maravillado al ver la imagen de la Rosa Mística que exudaba lacrimaciones sanguinolentas, algo que ya fue corroborado por estudios científicos.
Entonces empecé a hacerle preguntas a doña Fátima, me mostró en detalles las imágenes y pude cerciorarme de que eran auténticas las exudaciones. No había nada que probar. Decidí tocar el óleo que exuda una de las imágenes y sorpresivamente, en mis propias manos, dicho óleo se convirtió en puntos brillantes, escarchas como se los suele llamar.
La señora Fátima sonrió grandemente al ver lo que pasaba en mis manos y me expresó “Te están saliendo azules las escarchas ¿sabes que significan?”. No, le expresé. “Ella te está diciendo que está contigo”.
Apenas me dijo eso, sentí que algo muy poderoso sucedía en mi interior, algo que me conmovió al punto que casi me desmayo. No puedo expresar lo que percibía en mi interior en ese momento, solo decir que literalmente entré en estado de éxtasis místico, no por propia voluntad, sino por algo más.
El éxtasis místico no me era extraño, ya lo había experimentado anteriormente con la práctica de la meditación con orientación cristiana, lo que llaman oración contemplativa. Pero esta experiencia era impresionantemente intensa, desbordaba mi conciencia y me lanzaba a un estado emocional desconocido. Más que estar parado en ese lugar, me sentía flotando en un cielo espiritual.
Hacía meses que soportaba recurrentes ataques depresivos de angustia, había consultado con una profesional al respecto. Había sufrido fuertes golpes laborales, económicos y sentimentales. Pero lo que me pasaba en ese momento borró de un plumazo todos esos problemas. En forma radical y espontánea había sido curado psicológicamente y mucho más, mucho más.
Sentí como si fuera que dos horas estuve frente a esas imágenes de la Rosa Mística, aunque debo confesar que perdí noción del tiempo, solo estuve escuchando a la señora Fátima Rojas sobre todas las maravillas que viven por esas manifestaciones. La casa llena de escarchas, cientos de enfermos y personas necesitadas que iban y venían junto a las imágenes y se sanaban con el óleo y el agua perfumada que exudan las imágenes. Era como estar en un oasis de felicidad y sanación eternos. Ahí, frente a mis ojos, estaba el santo grial místico tan buscado por los cristianos gnósticos[ii], la sublime piedra filosofal de los alquimistas, la esfera más elevada del Otz Chaim de los cabalistas judeocristianos. Todos los grandes misterios místicos estaban reunidos ahí, a disposición de los más humildes, sencillos y bondadosos de corazón… y se estaban manifestando en mi interior y en mis manos!!!
Mi amiga se estaba retirando con sus hijos, preocupada por sus quehaceres diarios, unté su mano y la de sus hijos con el óleo de la Rosa Mística, se fue un tanto incrédula de todo lo que sucedía, pero luego, horas más tarde, me llamaría para contarme maravillas que estaba viviendo con sus niños.
Posteriormente me retiré de la casa, no sin antes agradecer infinitamente a la señora Fátima Rojas por la oportunidad que me dio de vivir tantas maravillas.
Toda esa tarde, esa noche y aún hoy me siento como si viviera en un cielo espiritual. La angustia depresiva se fue y cuando parecería volver, el solo recordar la experiencia mística vivida borra todo rastro de la misma. Días después una psicóloga con la que trabajo en un proyecto comunitario se sorprendió de mi radical cambio de carácter, estaba bajo una intensa transformación que aún hoy continúa, un leve ardor en el pecho; a la altura del corazón; es el signo que siento al sentirme en este estado emocional trascendental.
Pero algo más intenso sucedería después.
Una Segunda Vivencia
El domingo 4 de Julio de 2010 comenzó la novena de la Rosa Mística, había ido especialmente de Pilar a Asunción para orar en la casa de la familia Rojas Prieto. Un montón de maravillas más vivía día a día, hechos que no puedo relatar.
Compré trece rosas rojas en gratitud a la Rosa Mística. Desde 30 metros antes de llegar a la casa de la familia, el perfume a rosas lo inundaba todo, era realmente maravilloso. De una manera sorprendente que no puedo detallar, pude convencer a una judía de participar del rezo a la Madre Celestial, que comenzó a las 19 hs. de ese día.
La mujer, de origen judío, se sintió atraída por la imagen de una figura celestial femenina, un bálsamo de armonía en medio del omnipresente patriarcalismo teológico y cultural (el racionalismo, al ser androcentrista, es también patriarcalista, por eso hay más científicos que científicas)
Comenzamos el rezo y a medida que rezábamos, el perfume a rosas se intensificaba, el perfume penetraba intensamente en cada uno de los que participábamos del novenario.
Lo vivido fue tan intenso como lo experimentado la primera vez. Me di cuenta entonces que los estados de intenso éxtasis místico se empezaban a volver recurrentes, aún en momentos de oración y meditación solitarios.
Había pasado a una sutil pero radicalmente diferente etapa de mi vida.
Una de las imágenes de la Rosa Mística en la casa de los Rojas Prieto, en Asunción, Paraguay. Es la que exuda lacrimaciones sanguinolentas, aunque también óleo. La foto fue tomada en la fiesta de la Rosa Mística (13 de Julio) y corresponde a otra intensa vivencia mística.
Algunas Humildes Reflexiones
Inspirado en los dones del Espíritu Santo, alcancé algunos entendimientos reflexivos.
Entre todas las maravillas, el único y gran milagro es el de la transformación de los corazones humanos, de las vivencias y carácter de cada ser humano, hacia la fuente y paradigma superior de todos: Jesucristo. Cristo nunca se dirigió sólo a los que lo seguían, sino también a los que no lo seguían. El catolicismo, con sus luces y sus no pocas sombras, a la fecha ha demostrado ser la religión cristiana más amplia, abierta y progresiva, aunque está claro que, como obra humana, tiene sus grandes fallas. Su exagerado centralismo en determinados temas, su dogmatismo proverbial en algunos aspectos que urgentemente necesitan ser renovados y por supuesto, su patriarcalismo, que no le es exclusivo.
El patriarcalismo está presente en todas las religiones del mundo sin excepción, excepto no tanto en cierta forma en la creencia aymara, la taoísta, la zen y en la católica por supuesto, quizás también no tanto en algunas religiones tribales que desconozco. El patriarcalismo católico es limitado y hasta suavizado por las manifestaciones de la Madre Celestial, la Virgen María. Aunque la dogmática católica excluye lo femenino de la Santísima Trinidad (Padre-Hijo-Espíritu Santo) ahí está María, guiando suavemente el devenir de la Iglesia Católica en el amor de Cristo.
El hecho que la advocación de la Rosa Mística se manifieste en casas de familias, antes que en conventos y seminarios, es una señal clara de lo que destaca la Madre Celestial y en dónde derrama más sus gracias ¿indica cuál es el camino en Cristo? La posible respuesta por sí sola es trascendental para los católicos, pero no se trata de ser herético, ni apóstata (palabra tan recurrente entre los ortodoxos de cualquier forma de pensamiento y creencia, desde cientifistas hasta las hermanas y hermanos de corrientes tradicionalistas en la fe) Se trata de hacer una exégesis sobre estas maravillas extraordinarias, además de los milagros que las acompañan. Es decir, un planteamiento reflexivo, renovador e inspirador en la fe cristiana y católica en especial.
También entendí algo, que todas las maravillas que exudaban esas imágenes, todos los testimonios de sanaciones y de lo que yo mismo vivía, se fortalecían con la oración devota y, sobre todo, con la fe. La fuente es divina y se fortalece en la fe. No de una fe sin acciones y obras, sino de una fe que llega a su plenitud mediante cuatro vivencias: 1- La Oración Invocativa 2- La Meditación (oración contemplativa) 3- La Reflexión y 4- La Acción comprometida a favor del prójimo y de uno mismo. Esta sería la esencia del amor cristiano, conocido ecuménicamente como amor cósmico, presente en todas las religiones en algún grado, aunque en el cristianismo es el centro de todo. Todo lo anterior en una actitud de gratitud previa y final por todo lo vivido y adquirido (gracias) antes de pedir y vivir más. Gratitud integral, piedad plena (sin juzgar ni calificar a nadie, tan solo criticando los actos constructivamente) y sabiduría integral y trascendental. Cuatro llaves para abrir las puertas del vivir en el amor cristiano para la acción concreta, en todas las gracias y abundancias. Un hermano carismático, días después, me señalaría que me faltaría la quinta llave, a la que llamó “Confesión”, que la entendí como “Corazón Abierto” a descubrir y recibir las nuevas maravillas y dones del Espíritu Santo.
Entendí parcialmente el porqué de tantas manifestaciones de la Rosa Mística en una sola ciudad (seis imágenes exudan en la ciudad de Asunción, Paraguay, convirtiendo la ciudad en la capital mundial de la Rosa Mística manifestada) entendí parcialmente de tantas sanaciones, de tantas transformaciones maravillosas, milagrosas y trascendentales. También entendí que no podía entender completamente de tantas maravillas.
Lo cierto, lo concreto, lo claro es que el planeta y la humanidad están frente a una de la más grave crisis y amenaza de la historia evolutiva de la vida en la Tierra. Que esa crisis y amenaza vienen del propio ser humano, de su anclaje brutal al racionalismo y al egocentrismo materialista y dogmático (propio de doctrinas que enlatan y limitan la fe, porque el racionalismo también es dogmático, como el cientifismo y no solo lo es el fundamentalismo religioso) olvidando la naturaleza mística, progresiva y trascendental del ser humano.
Las manifestaciones de la Rosa Mística y los abundantes y cada vez más numerosos testimonios de sanación, entre los cuales está este relato, son señales claras de que la humanidad no solo debe cambiar de rumbo en su forma de pensar, ver y accionar en el universo, sino que puede hacer ese cambio para construir un mejor presente y un maravilloso porvenir, lejos del Apocalipsis que el egocentrismo racionalista ha construido.
Alejandro Sánchez
[i] Básicamente se trata de una dogmática católica, ver http://www.es.catholic.net/celebraciones/120/301/articulo.php?id=3576 , pero también –en cierta forma y en cierto grado- tal idea está presente en distintas religiones. En la llamada Cábala, el Otz Chaim expone distintas esferas de un solo y único Dios, los famosos Sefirots. Incluso entre los musulmanes existen ideas similares, ellos son tan evangelistas como los evangelistas cristianos no católicos (también hay movimientos evangelistas católicos, como los carismáticos renovadores, misioneros laicos, activistas de la teología de la vida, etc.) también existen ideas similares (pero diferentes) para los musulmanes, como es el caso de los 99 nombres de Alá, ver http://www.webislam.com/?idl=124 . Aunque ellos hablan solo de nombres que a su vez tienen cualidades determinadas, mientras que la Santísima Trinidad trata de personas, es decir, individualidades que a su vez son parte de un único Dios. En el mundo de la ciencia, la física cuántica ha desarrollado concepciones igualmente múltiples y difusas como el de la dogmática mistérica católica. Basta leer sobre el Principio de Heisenberg (ver http://www.astromia.com/biografias/heisenberg.htm ) o la metáfora del gato de Schrödinger (ver http://www.genciencia.com/fisica/el-gato-de-schrodinger )
[ii] El Santo Grial histórico está en Valencia, España, más en http://perso.wanadoo.es/ricardo.cob/nov40.htm , http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=12278
0 comentarios