Crónica de Una Jornada Mística
El día 13 de Julio de 2010 había llegado de Pilar a Asunción, recorriendo 320 kilómetros en bus para realizar diversos trámites por la mañana y luego participar de la fiesta de la Rosa Mística en la casa de la familia Rojas Prieto, dónde diversas imágenes de la Madre Celestial exudan óleo y una en particular exuda sangre antes de una catástrofe de impacto mundial según lo que evidencia la citada familia.
El día era realmente frío, uno de los más fríos del año 2010. Pero al entrar en la casa, la presencia de numerosa gente y el propio ambiente de alegría y paz elevaban la temperatura. No se sentía frío en el hogar ubicado en 12da. proyectada y Avda. Colón del barrio Tacumbú de Asunción.
Antes de la hora de las gracias, esta rosa blanca tenía un sutil chorreado con su polen. Llamó la atención de algunos presentes.
A las 11:30 se comenzó a rezar el Rosario Universal, con sus misterios y sus estaciones, luego, a la hora de las gracias de la Madre Celestial, se leyó una oración por el mundo. Posteriormente se rezó el rosario especialmente hecho para la advocación de la Rosa Mística. Al finalizar, un grupo de carismáticos empezó a cantar con un teclado electrónico incluido.
En esta foto más nítida se puede observar el sutil chorreado de polen que mostraba la rosa blanca. Fue el preludio de una jornda intensamente emocionante en lo místico.
En ese momento brotó intensamente el aroma a rosas en el lugar. Las canciones de devoción elevaban el corazón de los laicos reunidos, que se alegraban de sentir ese perfume celestial que no solo invadía a la casa, sino a toda la cuadra.
La imagen que exudaría sangre. La sangre fue analizada , AB +, el mismo tipo de sangre que se halla en el sudario de Turín, es decir, la imagen exudaría sangre como la de Jesucristo. El tipo AB + es de reciente aparición en la humanidad y es el tipo con que fácilmente los humanos desarrollan la espiritualidad (ver significado metabolico de los distintos tipos de sangre , por eso Jesucristo tuvo dicho tipo de sangre) Pero ello no significa exclusividad, sino facilidad.
En el sitio se habían congregado más de 100 personas, que disfrutaban de ese ambiente celestial en medio de rezos, cantos y el intenso perfume de la Madre Celestial.
La hora de las Gracias marcaba un intenso sentir místico en los presentes.
Era la hora de sus gracias, que las estaba dando a todos sin distinción alguna, como es propio de La Madre.
El evento se volvió mucho más intenso cuando un hermano carismático, en éxtasis místico, empezó a hablar en arameo mientras una hermana carismática traducía desde el corazón lo que decía el hermano, más que traducción era interpretación mística.
El mensaje venía de la Madre Celestial, estaba regalando sus gracias y llamando la atención por las faltas de muchos de sus hijos. La Madre expresaba su intenso amor por la humanidad y sus dolores por tanta destrucción de la vida.
Muchos de mis hijos no me escuchan. Estoy sufriendo por todo lo que está pasando en el mundo fue una de las frases más profundas que se escucharon.
Los más de 100 personas ahí presentes quedamos asombrados y a la vez humildes ante la manifestación divina de ese momento.
Luego el mensaje concluyó con un llamado a la oración y a la penitencia por tantos pecados y daños infligidos por la humanidad.
Recen mis hijos, recen a Cristo y limpien sus pecados, el mundo está muy mal
Fue la frase final, la más impactante. Una ráfaga de intenso perfume a rosas fue el cierre del mensaje. Continuaron los cánticos y muchos empezaron a entrar en un profundo éxtasis místico, orando y con una devoción infinita, una hermana carismática empezó a cantar en arameo, posiblemente el auténtico galilaico (distinto al de la oración del carismático mencionado primero) y bailaba al parecer según ritos propios de la época de Cristo (ver Los ultimos Asirios - Parte 1/6 (en español)
Cuando pasó la hora de las Gracias de la Madre Celestial, se inició la unción con el óleo divino de la Madre. En el ambiente ya no se sentía frío, sino calor y la emoción colectiva era muy profunda y maravillosa, tanto, que no faltó quien se durmiera al ser tocada o tocado por el óleo. Para los presentes esto no era extraño, sino natural, el perfume de las rosas celestiales envolvía todo y a todos. La sensación era de una felicidad infinita, exultante y pacífica a la vez.
No había nada que temer, la luz del mediodía era permanente y las oscuridades se habían ido, sin dejar sombra alguna en el espíritu de los presentes.
Solo hubo un caso en el que se necesitó realizar una liberación espiritual y nada más. Algunos de los presentes lloraban de alegría silenciosamente y sus lágrimas caían suavemente, perfumadas con las rosas celestiales. La Madre había llegado al corazón de todos y los corazones ardían suavemente en los pechos de los creyentes.
Todos los uncidos tenían el perfume de la Rosa Mística, La Madre Celestial, señal de que podían desarrollar todos los dones que del corazón sintieran en el Espíritu Santo.
Luego de la unción, se continúo con cantos y alabanzas al Cristo y a la Madre Celestial. A las 16 horas se hizo una merienda comunitaria, para todos los niños del barrio. De ese evento se encargó la señora Fátima Rojas. Debo destacar la hospitalidad, la amabilidad y la amorosidad intensamente cristiana de la familia Rojas Prieto, que abrió casi toda su casa para amigos y extraños que con devoción alababan y rezaban al Cristo y a La Madre.
Llegada las 18 horas, se inició la procesión por el barrio con cincuenta participantes, presidida por un diácono. Se puso en procesión la imagen de la Rosa Mística que exuda sangre. Al momento que se inició la caminata con la imagen, se manifestó otra maravilla celestial: La imagen empezó a exudar óleo en vez de sangre y así perfumaba todo el barrio.
Los presentes quedaron maravillados, pero a la vez guardaban humildad y sencillez ante la manifestación divina. En cada calle, en cada esquina, los vecinos del barrio Tacumbú salían con sus imágenes del Cristo Misericordioso y de la Madre Celestial para recibir la bendición de la propia Madre.
A mí me ocurrió algo de lo más maravilloso y sorprendente. Repentinamente, sin explicación física posible, una escarcha apareció en la cara interna del lente de mi cámara. No podía quitar ni una sola foto, apenas una de la procesión pude tomar.
La única foto que se me permitió quitar de la procesión con la imagen por la cual se manifiesta la Madre Celestial.
Nunca me había pasado esto, ni antes ni después. La Polaroid Digital de 10.0 megapíxeles la tenía desde junio de 2009. Se lo mostré a uno de los miembros de la familia Rojas Prieto y solo me sonrió silenciosamente, sabiendo lo que significaba ese evento.
La procesión recorrió como unas 10 cuadras. Pasamos frente a un gimnasio de aparatos, dónde un nutrido grupo de jóvenes hacían sus ejercicios rutinarios, ninguno de ellos le prestó interés a la procesión o a la imagen, a pesar que sus vecinos se santiguaban ante el perfume a rosas que cubría toda la calle.
Luego de tomar la Avda. Colón y avanzar como dos cuadras, se dobló hacia el oeste, entrando en el barrio Sajonia, allí avanzamos dos cuadras más hasta llegar a la Iglesia Virgen de Fátima se recordaba la tercera manifestación de la Madre Celestial en Fátima, Portugal, cuando dio su tercer mensaje.
La imagen, en su estadía en la Iglesia Virgen de Fátima.
Así, en la Iglesia, coincidieron dos manifestaciones de la Madre Celestial. La recordación de la tercera aparición de la Madre en Fátima, Portugal y la manifestación actual de la Madre, en su advocación de la Rosa Mística en Asunción, Paraguay.
Se comenzó con el rezo de un Santo Rosario Universal y luego se inció oficialmente la misa.
En pocos minutos toda la iglesia olía a perfume de rosas. Por fin, cuando lo sentí en mi corazón, revisé mi cámara digital y noté que la escarcha en el lente se había ido. Pero no podía quitar fotos porque en ese momento se oficiaba la misa.
Detalle de las manos, nótese como exuda la imagen, hecha de yeso.
Recién al finalizar la misa pude quitar fotos de cómo exudaba el óleo la imagen de la Madre Celestial, además de tomar algunos testimonios emocionados, incluido el mío implícitamente.
Detalle de las manos exudando un líquido perfumado.
Así terminó la jornada del 13 de Julio, cargada de anécdotas y vivencias realmente maravillosas y no pocas veces milagrosas, pero por humildad guardo esas vivencias en mi corazón.
Una última foto realmente impresionante.
La Madre Celestial sigue manifestándose en las imágenes en la casa de los Rojas Prieto, pero no solo allí, por todas partes hay anécdotas de rezos colectivos que terminan perfumados intensamente en rosas o jazmín, incluso templos católicos y todo.
Las manifestaciones siguen día a día como nunca en la historia mística de Paraguay.
Alejandro Sánchez
Filmación con testimonios:
Testimonios sobre la Rosa Mística 13-Julio-2010
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