Prohibido Pensar Distinto
En un breve relato, el consagrado activista de Derechos Humanos Martín Almada, ganador del Premio Nobel Alternativo de la Paz, nos relataba un día de aquéllos largos y oscuros que sufrió bajo la tortura de una dictadura que lo condenaba solo por una tesis doctoral en pedagogía, fundada en el pensamiento de Paulo Freire. Me refiero a la dictadura de Alfredo Stroessner. Recordó cómo el anarquista sindical, Ciriaco Duarte, fue detenido por tener “libros prohibidos” y cómo en un momento dado fue torturado solo por pedir permiso para pensar.
Desde 1941, en que el fascista del Gral. Morínigo se adueñó del poder, en Paraguay no solo se prohibió pensar, sino que se impuso una sola forma de pensamiento: El autoritarismo irracional empobrecedor. A decir verdad, el departamento de estado de EE.UU. poco o nada tuvo que invertir para mejorar la maquinaria de represión genocida que ya se había formado mucho antes de que Stroessner fuera instruido en la tenebrosa escuela de las américas (así con minúsculas, no merece mayúsculas)
El empresario Pedro Fadul, que en un momento de la historia política paraguaya montó un show para aparecer como la nueva esperanza en las elecciones generales de 2003, aprovechando la conmoción mediática por el secuestro de un rico ganadero, atacó duramente al presidente Fernando Lugo por un discurso en el que Lugo acusaba a una pequeña clase privilegiada de frenar las tímidas reformas que su gobierno está aplicando muy lentamente, calificó de criminal a dicho discurso y lo igualó a la intención realmente criminal de un ganadero chileno radicado en Paraguay, que quiere formar cuerpos paramilitares para “matar comunistas”. Para Fadul, un simple discurso ya justificaba el juicio político a Lugo. Solo le faltó decir que por respirar también Lugo debía ser expulsado de la presidencia, tirando a la basura la voluntad popular del 60% del electorado paraguayo, burlando la Democracia.
No se podía esperar otras palabras de un político empresario y católico fundamentalista. Pero Pedro Fadul ya no tiene relevancia política y el partido político que creó está en vías de desaparecer. Lo grave es que su pensamiento es el de una buena parte no mayoritaria de la población paraguaya, tan domesticada y sometida por 70 años de barbarie. Una cultura fascista impuesta que niega el derecho a pensar críticamente, sea quien fuere.
En Paraguay aún no se puede hablar abiertamente de debate de ideologías políticas, porque aún se necesita una amplia formación ciudadana integral. Recientemente se formó la primera red nacional de radios comunitarias, que se proyecta a ser la ERBOL de Paraguay, es un trabajo de pocos meses. Es decir, el sentido comunitario recién comenzó a difundirse en la población paraguaya, esta es la base de todo proyecto político verdaderamente democrático, sea cual fuere, sobre todo si se trata de un proyecto socialista; sea de la vertiente que fuere.
Las palabras de Fadul expresan ese odio asesino, genocida y esencialmente violento que domina las tristes conciencias de un grupo de superegoístas históricamente acostumbrados a usar el poder como querían y a enriquecerse del robo generalizado al Estado y al pueblo paraguayo. Fadul no es muy distinto del ganadero chileno Enrique Avilés, que quiere “liquidar comunistas”, que en la jerga de los fascistas es cualquiera que se atreva a pensar distinto, sean liberales progresistas, colorados humanistas, ecologistas o militantes del socialismo en sus distintas vertientes.
Durante el Marzo Paraguayo los jóvenes idealistas ya soportaron la embestida de grupos paramilitares.
Lo terrible es que la Fiscalía paraguaya ni se inmuta por las abiertos y públicos llamados a matar a cualquiera que se presentase como “comunista secuestrador” que puede ser cualquiera por la costumbre histórica de la oligarquía paraguaya de aplastar a los que piensan en contra de sus desmedidos privilegios.
La sangrienta masacre no acobardó a los jóvenes que siguieron resistiendo sin armas hasta una parcial victoria. con la renuncia a la presidencia de Raúl Cubas Grau y la huida del fascista Lino Oviedo, hoy libre para amenazar nuevamente a la democracia paraguaya. Hoy los fascistas buscan generar un Marzo Paraguayo, pero a la inversa, para derrocar al gobierno de Fernando Lugo. Los que ya luchamos antes sabremos como luchar nuevamente ante las amenazas que se ciernen. Más en http://nopagamoslaimpunidad.wordpress.com/
Mientras, lo único que queda para las organizaciones sociales y políticos progresistas es esperar que el gobierno de Lugo pueda detener cualquier avanzada del fascismo terrorista nacional y con conexiones internacionales, a la vez que dichas organizaciones evitan inútiles confrontaciones y activan los mecanismos de Defensa de los Derechos Humanos con redes internacionales, para detener la oleada de Propaganda de Odio y Discriminación que los retardatarios están pregonando, tratando de desestabilizar el frágil proceso democrático paraguayo.
Son tiempos de miedo, ante la amenaza de los posibles paramilitares y la actuación de la mafia de los secuestros, pero también son tiempos de grandes esperanzas. En el Marzo Paraguayo demostramos que podemos vencer al fascismo. Los que luchamos a muerte y sin armas ahí, aprendimos a fuego el Himno de la nación guaraní:
Paraguayos República O Muerte
Nuestros Brío Nos Dio Libertad
Ni Opresores Ni Siervos Alientan
Dónde Reinan Unión e Igualdad
Alejandro Sánchez
Pacifista y Ecologista Revolucionario
Ciudadano Comunicador
Artículo de Martín Almada referido:
Más detalles en:
Los Fascistas Promueven El Terrorismo Paramilitar
Fadul tilda de "criminal" el discurso de Lugo y ahora apoya un juicio político
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