La Dramática Situación de los Jóvenes en Paraguay
Dos de cada tres jóvenes se ven obligados a trabajar
De 1.690.000 personas de entre 15 y 29 años, el 48,5% solo se dedica a trabajar dejando de lado el estudio básico o alguna profesión. La cartera de Trabajo busca paliar esta situación con una nueva ley.
En todo el país, 811.200 jóvenes de 15 a 29 años dedican todo su tiempo a trabajar para poder sobrevivir. Esto significa que los mismos no tienen tiempo para terminar la secundaria, para seguir una carrera profesional y mucho menos para seguir una carrera universitaria.
Esto según datos expuestos en el seminario taller "Juventud, Empleo e Igualdad de oportunidades", que fue realizado por la Mesa Nacional Interinstitucional de Empleo Juvenil, que contó con la participación de jóvenes de 17 departamentos y que concluyó ayer.
Asimismo, del total de jóvenes, unos 253.500, o sea el 15%, deben estudiar y trabajar. Este es el caso de Elena, una jóven de 16 años, y que está en el 1º curso de la Media en la institución General Bernardino Caballero de Paraguarí.
La misma comentó que durante las vacaciones viaja hasta la casa de una tía que vive en Asunción, para ayudarla con las tareas domésticas y así ganarse unos guaraníes para ayudar a sus hermanos. Pese a su corta edad, Elena vive bajo la dura condición de tener que trabajar y estudiar, de otra forma no podrá ayudar a sus hermanos para que sigan asistiendo a la escuela.
Otro dato nada alentador expresa que del total de jóvenes a nivel país, 270.400 no trabaja ni estudia.
SITUACIÓN. "Para mí, la palabra trabajo significó algo muy difícil de alcanzar y de materializar", manifestó Carmen Martínez durante el seminario sobre empleo juvenil.
Ella vive en Ñeembucú, Pilar, y sostiene que está cansada de que los políticos solo se entretengan en leer estadísticas y que nadie haga nada. "Vine a este seminario para hablar cara a cara con gente joven que está pasando por la misma situación, ya que buscamos y queremos ver resultados concretos", acotó la joven de 26 años. Carmen aseguró que su condición de mujer varias veces la privó de acceder a un puesto de trabajo.
En representación de Alto Paraguay, Chaco, Rosana Muñoz, de la Secretaría de Educación de la Gobernación de esa zona, mencionó que la problemática del trabajo en este lugar está vinculada a la educación. "Como en el Chaco no existen centros de formación profesional y mucho menos universidades, los jóvenes tienen que migrar a la capital del país, pero al llegar a Asunción, el 80% ya no estudia porque es absorbido por algún trabajo", explicó.
INICIATIVA. "Esperá, te explico cómo funciona esto para mí", dijo Derlis Ortellado, un joven de 22 años que vive en San Juan Misiones. Luego, expuso: "Yo entiendo que el trabajo en este país no va a buscar a nadie, así que aposté por la fórmula contraria y salí a buscar una forma de llevar el trabajo a mi ciudad", comentó.
Ortellado explicó que se trasladó hasta Caacupé para estudiar floricultura, y luego llevar sus conocimientos a Misiones e instalar un vivero y vender flores.
"El mercado de venta de flores en mi ciudad es un segmento no explotado, además, las especies más utilizadas en diversos actos, eventos y ceremonias son originarias de mi zona; entonces, se trata de aprovechar la situación", relató optimista.
Sin embargo, agregó que aunque este tipo de actividades puede paliar la falta de trabajo, el Estado debe prestar más atención a los jóvenes. "Es triste ver cómo en mi ciudad mucha gente joven no tiene ningún proyecto a largo plazo, porque no trabaja ni estudia", concluyó.
NÚMEROS ROJOS
Según la Mesa Nacional Interinstitucional de Empleo Juvenil, el 65% de los jóvenes entre 15 a 29 años no asiste al sistema educativo.
De igual manera, entre los adolescentes, 4 de cada 10 están fuera de la educación formal.
Apenas el 18% de los jóvenes pobres, cuya cifra es de 523.900, se dedica por completo al estudio.
De los más de 500 mil jóvenes pobres, el 5% de los hombres no tiene posibilidad de acceder a un empleo por carecer de algún estudio.
Esta cifra es más dramática en el caso de las mujeres, ya que 193.843 mujeres no pueden acceder a un empleo ni estudiar.
"SE OLVIDAN DEL INTERIOR DEL PAÍS"
"Hay que descentralizar la cuestión del acceso al trabajo, ya que cada vez que se habla del asunto se trata el problema de los jóvenes urbanos, y los que viven en mi zona, el Chaco, no reciben ningún tipo de apoyo; por eso yo presenté en este seminario un proyecto para incentivar el trabajo juvenil en cada zona del país."
"HAY QUE DEJAR LOS DISCURSOS"
"Primero, para cambiar esta situación hay que cambiar la costumbre de dejar que todo muera en los discursos, y los mismos jóvenes muchas veces permiten que esto suceda, ya que están gobernados por la apatía. Creo que esta es la hora para que los jóvenes nos juntemos y hagamos algo en serio."
De más de un millón y medio de jóvenes, solo el 19% se dedica exclusivamente al estudio. Un 15,3% trabaja y estudia, y el 16,3% no estudia ni trabaja.
En el país existen 523.900 jóvenes que viven en la pobreza y que no pueden acceder a educación y a un empleo digno, según datos de la Mesa Nacional del Empleo.
De esta cifra, unos 26.195 hombres no pueden acceder a un empleo, mientras que este problema afecta al 37% de las mujeres en este grupo de jóvenes, o sea 193.843 mujeres no tiene la posibilidad de acceder a un empleo ni de mejorar su condición de vida mediante el estudio.
de la población paraguaya es joven.
80%
de la población joven carece de seguro médico.
de cada 100 jóvenes están sub ocupados.
6,7%
cursó alguna materia de estudios terciarios.
3,3%
de los jóvenes no saben leer ni escribir.
16,3%
de los jóvenes no estudia ni trabaja.
1 DE CADA 2
personas en edad laboral se encuentra sub ocupado.
15,3%
jóvenes estudian y trabajan
"Los jóvenes están sin futuro"
"Kaigue" fue el término que utilizó el Viceministerio de la Juventud a la hora de diagnosticar la condición de los jóvenes en nuestro país.
Se trata de un fenómeno que afecta a personas de entre 15 y 24 años, y según la socióloga Diana García, quien llevó adelante el estudio, los jóvenes bajo este cuadro sienten una gran frustración por las dificultades que enfrentan, como ser la falta de empleo o por no tener medios para estudiar.
Según el sondeo realizado por esta institución, los jóvenes, antes que ser optimistas, abrazan una cultura de la muerte, que se traduce en el lenguaje diario donde se escuchan expresiones como: "Vamos a chupar hasta la muerte" o "Me muero si me quedo sin saldo", sostuvo la profesional.
Finalmente, agregó que hoy día se están creando grupos juveniles en torno a la violencia, con el objetivo de canalizar sus frustraciones y como una forma de devolver la violencia que reciben de su entorno.
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