Una Ridícula Propuesta
Recientemente, como parte del muy mentado “Plan Anticrisis” del gobierno de Fernando Lugo, se derivarán fondos de las binacionales de Itaipú y Yacyretá a las gobernaciones de los departamentos más pobres del país, entre ellos el departamento de Ñeembucú, uno de los más paupérrimos de Paraguay. Como parte del plan, se tiene previsto dar intervención a las contralorías ciudadanas para que den la garantía de transparencia y buen uso de los fondos públicos en beneficio del pueblo.
Realmente es revolucionaria la idea de que las contralorías ciudadanas participen de un plan gubernamental, lo han hecho en el pasado, en forma mínima, en su momento apoyadas por la cuestionada USAID. Dentro de las mismas contralorías en forma obligada se trabajó con la agencia estadounidense, haciendo lo que se podía para estar atados lo menos posible a las directivas de USAID, sin dejar de respetar sus exigencias para el desembolso de fondos del gobierno de EE.UU.
Desde hace un tiempo, cuando la red de contralorías ciudadanas se vino abajo por obra de un ex asesor de USAID, las contralorías ciudadanas quedaron desconectadas y cada uno intentó sobrevivir como pudo, quedando el control ciudadano a un simple testimonio de buena voluntad. Así quedó la Contraloría Ciudadana y Defensoría del Pueblo de Ñeembucú.
En este estado de gran dificultad, el gobierno de Fernando Lugo quiere que la Contraloría Ciudadana de Ñeembucú controle como se usarán nada menos que UN MILLÓN DE DÓLARES. No puedo hablar en nombre de la Contraloría Ciudadana de Ñeembucú, pero como su único asesor jurídico voluntario puedo elevar algunas preguntas al señor presidente de la República de Paraguay: ¿Cómo piensa que podremos controlar el uso de semejante monto si no tenemos ni oficina ni secretaría permanente? ¿Cómo quiere que controlemos si no tenemos siquiera para comprar papel para redactar notas y memos?¿Cómo quiere que controlemos una ejecución presupuestaria y financiera si no tenemos fondos para pagar asesores contables?¿Acaso desea el presidente de la república que abandonemos nuestros trabajos, le quitemos la comida a nuestros hijos por ir a controlar algo en horario de trabajo?
Hasta donde sé, la Contraloría Ciudadana de Ñeembucú no tiene medios para controlar nada, absolutamente nada, salvo el mero aporte testimonial, basado en lo mismo que hacen todos los ciudadanos de este sufrido país, el de sospechar, dudar sin poder indagar o probar algo. Pero con los aportes testimoniales más que controlar, solo hemos podido observar como se robaba una y otra vez miles de millones al pueblo, sin poder hacer nada para evitarlo. ¿Quiere Fernando Lugo que volvamos a ser observadores de lo mismo de siempre, de la misma corruptela de décadas? Si es así entonces que al menos no nombre a la Contraloría Ciudadana de Ñeembucú, salvo que así lo quieran sus miembros, porque dicha contraloría no puede hacer nada de nada. A menos que Fernando Lugo reconozca realmente a dichas organizaciones y les facilite lo necesario para el buen control ciudadano. Se trata de controlar a las gobernaciones, no al gobierno central, no hay colisión de intereses.
Fuera de ese necesario financiamiento, la muy buena voluntad del nuevo gobierno no pasa de ser una propuesta ridícula para ciudadanos preocupados por sobrevivir a la actual crisis económica mundial.
Abogado Alejandro Sánchez
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