Avanza La Democracia Participativa
Publicando también en Indymedia Argentina
De alguna manera Paraguay se está refundando definitivamente. Simbólicamente lo hizo en el año 1992, cuando se aprobó la actual Constitución Nacional, cuando en el artículo 1º de la misma, sobre la fundación de la república, se adopta a la Democracia Participativa como modelo de organización política. Este principio, producto de las ideas de Karl Popper, hoy sustenta las bases de un grupo de ideas progresistas y radicales que se están imponiendo en toda sudamérica.
En aquél año los políticos tradicionales ni idea tenían de lo que significaba la Democracia Participativa, el diario de sesiones de la asamblea constituyente indica ello. Si bien dicha constitución no establece órganos de democracia participativa, tampoco los excluye según lo que estipula el artículo 45, relacionado con los artículos 26, 32, 38, 40 y 42 de la misma. Es decir, a pesar de que no se prevén asambleas ciudadanas nacionales y departamentales (como órganos de democracia participativa) los ciudadanos pueden organizarse libremente y formar parte del gobierno y del propio estado paraguayo no solo con el poder de reclamar y expresarse, sino con el poder de establecer decisiones administrativas de gobierno. Generalmente esto último requiere una estipulación expresa de la constitución, pero en todos los años de transición ese poder de gobierno ciudadano se ejerció a través de las protestas y las manifestaciones públicas, a veces extremas, otras con el saldo de muertos y heridos varios para lograr su objetivo.
El nuevo gobierno de Fernando Lugo da impulso a la Democracia Participativa, dándole vida en los hechos a la capacidad de decisión de los ciudadanos. Los primeros en aprovechar esta nueva forma de gobierno ciudadano fueron los que siempre, en los hechos, ejercieron el poder popular a través de las protestas: Las organizaciones sociales, hoy mayoritariamente aglutinadas en el Frente Social y Popular. Se han formado otras organizaciones ciudadanas, pero se constituyen primordialmente de una clase empresarial surgente que busca un modelo de organización social y política propia de los países europeos; un modelo que actualmente ya está en crisis por su insostenibilidad ecológica y social.
El 30 de Enero de 2009 se hizo historia para el sureño departamento paraguayo de Ñeembucú, en Pilar, su capital. Por primera vez las organizaciones sociales y ciudadanas lograron nombrar a un director de hospital público, por sobre los candidatos de los partidos políticos dominantes de ese momento. Detrás de este esfuerzo titánico estuvieron organizaciones como el Tribunal Ético Contra la Impunidad (TECI), del afamado Antonio Palazón, la Federación de Trabajadores de la Salud, dirigido por el histórico sindicalista, Dr. Carlos Cubas, el Foro Ciudadano de Ñeembucú, la Contraloría Ciudadana y Defensoría del Pueblo de Ñeembucú, la Asociación de Educadores de Paraguay, Filial Ñeembucú, comunicadores sociales tanto de Pilar como de Asunción y finalmente, el principal protagonista de la lucha ciudadana y social, el Sindicato de Obreros y Afines de Manofactura de Pilar, dirigidos por su secretario general, Lorenzo Aquino y el asesor especial del sindicato, Teodoro Rodriguez.
No fue fácil la lucha, el anterior director del hospital público del denominado IPS (Instituto de Previsión Social) buscó apoyo en dirigentes de los partidos políticos más grandes, obteniendo el apoyo abierto del gobernador de Ñeembucú, perteneciente al Partido Colorado (que hegemonizó la política paraguaya por 61 años, 32 de ellos bajo la dictadura genocida de Alfredo Stroessner) Diversas fuentes señalaban a otros médicos como candidatos alternativos de los grandes partidos, con su silenciosa y encubierta campaña de apoyo, conocida como “lobby” en EE.UU. (esa forma antidemocrática de gobernar sobre muchos para el beneficio de pocos) No es que se esté en contra de los grandes partidos, pero es que es más democrático si la ciudadanía ejerce el gobierno directamente, a través de mecanismos organizados de expresión y ejercicio de la soberanía. Es sabido que en las democracias participativas la soberanía no solo se ejerce a través del sufragio, sino en forma directa a través del ejercicio de gobierno participativo; el denominado autogobierno del ideario anarquista.
En esas mismas fechas, en el departamento de San Pedro, el Frente Social y Popular movilizaba más de 10 mil adherentes para impedir la destitución de la nueva directora regional de salud pública, removida por presión de un dirigente político de uno de los grandes partidos.
A nivel nacional el Frente Social, por un lado y el denominado Frente Ciudadano contra el Cuoteo, por otro lado, realizan campañas y preparan movilizaciones para que la renovación de la Corte Suprema de Justicia se haga sin caer en mecanismos politiqueros de elección según afiliación partidaria y obsecuencia a los líderes políticos del momento. Lamentablemente, por la visión clasista y elitista de los dirigentes del Frente Ciudadano, se dividen las fuerzas ciudadanas en la lucha por una corte nacional de Derechos Humanos. Pero el Frente Social, al tener una base popular amplia, sencillamente arrastra la mayor fuerza y cantidad de ciudadanos, ya que un 70% de la ciudadanía paraguaya está en la línea de pobreza.
La victoria de las organizaciones sociales y ciudadanas, en Pilar, Ñeembucú, augura e inicia una revolución ciudadana y popular que se proyecta y extiende en forma imparable. Quizás haga falta una reforma profunda de la Constitución Nacional paraguaya para profundizar la Democracia Participativa con la creación de asambleas ciudadanas y populares de cogobierno, cuya consulta sea vinculante. Pero por ahora la actual constitución ya permite ejercer las primeras formas de autogobierno ciudadano. La profundización de este nuevo modelo político dependerá de una pedagogía política práctica, de una educación cívica por ejemplos y actividades reales; que tenga como valores principales la solidaridad, la cooperación, el pacifismo, el diálogo y debate constructivos y la voluntad de aprender y de usar la razón por sobre la simple impulsividad y fanatismo.
Así se hará en la nueva revolución sociocívica paraguaya.
Abogado Alejandro Sánchez
alejandrosanchez77712@yahoo.com.ar
Activista de Derechos Humanos y Ecologista
Pacifista Solidario Internacional
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