¿ES POSIBLE UNA REVOLUCIÓN EN PARAGUAY?

 

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Hay quien con un escepticismo triste y seco afirma que no existen las revoluciones. Las revoluciones sí existen, se suceden cuando se dan cambios repentinos en las cosas, después que estuvieran muy quietas. En el mundo de la física se da cuando una cosa que estaba en reposo, finalmente termina por moverse rápidamente, de una forma muy rápida y vertiginosa. La democracia moderna vino a través de la Revolución Francesa, fue el fin de una era, la era del poder divino de los reyes y el inicio del poder de cada ser humano como parte de un pueblo que era la nueva soberanía. Ni la revolución independentista de EE.UU. produjo un concepto tan revolucionario con la Declaración de  Derechos  del Ciudadano, producto de la Revolución Francesa y antecedente de la Declaración Universal de Derechos Humanos. La Revolución Francesa abrió las puertas de par en par para la revolución industrial. A través del siglo XX se dieron revoluciones tanto socialistas como oligarquistas, algunas fracasaron, otras ganaron; como la revolución capitalista. Desde 1991 vivimos una segunda revolución, la revolución informática-digital. Hace 15 años atrás la Internet era un artículo de lujo, algo raro para unos pocos. Hoy la Internet es considerada un servicio básico, como el servicio de agua potable y luz; con la Internet se pasa a la revolución postindustrial o postcapitalista, según Peter Drurker. Recién en el año 2009 Paraguay entrará plenamente en esta revolución, que ya en parte está cambiando la sociedad paraguaya.

 

Hay una tercera revolución, pero no es una revolución humana, sino una revolución casi natural: El Calentamiento Global Antropogénico, hecho por el ser humano. A medida que avanza, los cambios se van acelerando más y más, eso es lo que caracteriza a una revolución. Pero esta revolución amenaza con acabar con toda la vida en el planeta. Esta revolución y rebelión de la naturaleza, ante tanta destrucción, está generando una nueva corriente de pensamiento, una corriente cultural que toma mucho del socialismo, de los nuevos paradigmas científicos y de la filosofía oriental, me refiero al Ecologismo Social. Un ecologismo que no es simple jardinería y aseo como se enseña en las escuelas o como los medios comerciales de comunicación nos informan. Es el ecologismo de los campesinos que luchan contra la soja y los agrotóxicos venenosos. Un ecologismo tan profundo y tan extenso, que prácticamente significa un cambio de civilización. Filosófica y artísticamente genera lo que se conoce como transmodernidad, la superación de la era moderna, de la modernidad, que comenzó con la Revolución Francesa.

 

En Paraguay, a partir del gobierno de Fernando Lugo, esta revolución es posible, pero ¿cómo? Primero, no será la clásica revolución del foquismo guerrillero o de la toma violenta del poder por parte de las clases populares. Será la vía del pacifismo radicalmente activo a través de la articulación de las organizaciones sociales y ciudadanas. En Paraguay las organizaciones están extremadamente desarticuladas y atomizadas; debido a la cultura autoritaria impuesta bajo la doctrina de la escuela de las Américas (promovida por EE.UU.) y la cultura posmodernista del egoísmo, del consumismo y relativismo moral sin límites. Cada paraguayo se siente como una isla solitaria y ve al otro como si fuera de otro planeta. Muy difícilmente se pudo reunir a un grupo de partidos y movimientos progresistas para lograr el cambio político con Fernando Lugo. Pero falta el cambio cultural, el verdadero cambio, que solo se puede dar a través de una revolución cultural democratizadora transmodernista. Para lograr ello se debe literalmente explosionar los medios comunitarios y solidarios de información educativa. En Paraguay no se lee ni se puede comprar libros fácilmente, lograr la lectura masiva y el acceso a libros llevará un tiempo que no se dispone, de ahí que una revolución radiofónica comunitaria es urgente. Esta revolución de la comunicación educativa debe promover y reforzar la articulación de las organizaciones sociales, para la movilización popular intensamente activa. A partir de las grandes movilizaciones populares será posible un aceleramiento del cambio y democratización de la estructura de poder y relaciones económicas en Paraguay. La revolución democrática socialista en Bolivia se funda en esta dinámica, su fuerte apoyo mediático es la Red ERBOL. Esta base de información popular y solidaria es la única vía para la  revolución ecologista y socialista en Paraguay y no hay tiempo que perder. El 4, 5 y 6 de Noviembre de 2008, con la movilización del Frente Social y Popular, se darán las primeras jornadas de esta revolución que recién comienza… y aún estamos sin una completa “Red ERBOL” para Paraguay, su conformación es ahora lo más prioritario y urgente que hay, de ello depende el futuro del gobierno de Fernando Lugo y del avance de la emancipación sudamericana.

 

 

 

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos y Ecologista

Altercomunicador Social