DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN Parte 3
EL GRAN DESAFÍO CULTURAL EN PARAGUAY
La realidad física mayormente es compleja, sistémica-abierta, termodinámica; en forma fractal y escalar; pero no siempre en forma lineal; los sistemas y metasistemas dan constantes saltos evolutivos, sobre todo los seres vivos y sus ecosistemas (los metasistemas por excelencia). Las matemáticas de vanguardia nos muestran una visión extensa, probabilística, general y global de nuestro mundo conocido; es así que cuando un proceso tiene un alto nivel de incertidumbre (posibilidad infinita, entropía máxima) se recurre al “Principio de precaución” y a una serie de medidas de cuidado y prudencia. En cambio, si se tiene una alta predictibilidad en los procesos, se considera factible un determinado desarrollo de acciones. El grave problema en esto último es cuando la ecuación y los algoritmos no contienen todas las variables que la realidad comprende. Al final, solo queda la postura ética y precautoria como regulador de las acciones humanas. Si se hubiesen tenido en cuenta la ética y la precaución, no hubiesen ocurrido catástrofes como la del accidente nuclear de Chernóbil o la rotura de diques en New Orleans; durante el huracán Katrina. La falta de atención en políticas éticas y precautorias ha costado miles y cientos de miles de vidas humanas. Ni mencionemos al calentamiento global, que amenaza con aniquilar a la humanidad entera.
La ciencia está en constante revisión y muchas veces lo que se consideraba correcto resultó ser incorrecto. Sin embargo, la ética humanista y solidaria no estuvo mayormente errada en su concepción racional en los estoicos y el idealismo Kantiano; ni en su desarrollo trascendental-espiritual a través del cristianismo, el budismo y el taoísmo. Cuando el darwinismo social arreciaba en Europa, con sus derivaciones racistas (dando fuente “lógica” al nazifascismo) las posturas éticas humanistas resistían, sostenidas por las incipientes doctrinas democráticas. La concepción estoica de que todos los seres humanos son libres e iguales recién se comprobaría científicamente con el genoma en recientes años; esto jamás hubiese sucedido si triunfaba el nazifascismo en la segunda guerra mundial (la ciencia siempre está envuelta en un contexto político, del cual depende mayoritariamente) En Paraguay lamentablemente desembarcaría el fascismo a partir de 1936 y se vería reforzado por la guerra civil de 1947, dando espacio finalmente a una de las dictaduras más largas de Sudamérica. Con el golpe de estado de 1989 se inició una transición democrática de orientación autoritaria y con elementos sobrevivientes del fascismo, hasta el 20 de abril de 2008. Tantos años de dictadura y militarismo fascista han creado un pueblo y una cultura medularmente reaccionaria, caudillista y cómplice con las relaciones cleptómanas entre Estado y sociedad.
A nivel mundial, la caída del muro de Berlín fue el punto final para la guerra ideológica entre dos posturas dogmáticas (Estados Unidos – Unión Soviética); no sucedió así con China Popular, que adoptó el capitalismo; sin dejar los principios autoritarios del marxismo-leninismo (lo cual demuestra que democracia y capitalismo poco o nada tienen que ver) Mientras el liberalismo capitalista se imponía en un orden de globalización centralista-verticalista de la economía, la cultura y la educación; de los laboratorios y las bibliotecas universitarias surgió el movimiento ecologista que; fundado en los rápidos avances científicos; empezó a cuestionar hasta los principios fundamentales de la sociedad occidental. Los retazos supervivientes del socialismo dogmático rápidamente adoptarían los postulados científicos del ecologismo, hasta generarse una nueva amalgama doctrinaria que lentamente está abandonando las orientaciones ideológicas simplistas para asumir la realidad humana en esa complejidad que la ciencia y las matemáticas están abordando.
El punto de mayor inflexión, a nivel pedagógico, se inició con Paulo Freire y su pensamiento; abordando un nuevo horizonte del pensamiento político en consonancia con las nuevas ideas emergentes del fin de la guerra ideológica: La pedagogía de la liberación y la Ética de la liberación.
En Paraguay la pedagogía de la liberación no ha pasado de los debates académicos entre docentes, ello por la hegemonía política que el Banco Mundial ejerció en los sucesivos gobiernos de la transición democrática. El Banco Mundial, en consonancia con el triunfalismo capitalista de los 1990’s, impuso una agenda pedagógica de la dominación; estableciendo una semiótica absolutizadora del mercado, la competitividad y el egoísmo instintivo. Las habilidades pasaron a ser competencias, la eficiencia se transignificó en competitividad. La visión global de la enseñanza se partió en especialidades funcionales a un mercado centralizado en EE.UU. y Europa. El pensamiento vasallo se estableció bajo el principio del “fin de la historia” y de una ciencia funcional a un proyecto de sobre explotación de recursos naturales y humanos. La hegemonización de una cultura consumista hedonista terminó por deshumanizar a la sociedad, convirtiéndonos en simples derrochadores de recursos materiales y en islas solitarias llenas de cosas y no de afectividades compartidas. La postmodernidad tuvo su corolario con los “reality shows” o realidades vacías mediatizadas. La vulgaridad y la primitividad reemplazaron a la búsqueda de belleza y poesía vivencial. Hasta la literatura cayó en un existencialismo irracional y pesimista (salvo esos baluartes de las letras como García Márquez, Roa Bastos o Juan Gelman)
Del ligero diagnóstico citado está claro que la educación en Paraguay tiene tres grandes desafíos: 1- Romper con el modelo minimalista-funcional que el Banco Mundial impuso como “reforma” en un rotundo fracaso estrepitoso que ya sufren dos generaciones. Es un deber reemplazarlo por un modelo liberador, universalista y crítico según los postulados de Freire (sin dejar de lado la necesaria funcionalidad económica de la educación) ubicando la educación en el contexto de una nación pobre, oprimida y excluida de un sistema mundial excluyente 2- Ampliar y mejorar la enseñanza científica, adquiriendo todo lo necesario para el uso masivo de tecnología telemática e interactiva; pero en consideración del contexto ya citado y relacionando a la ciencia con la ética y la crítica de la realidad. La simple ciencia no produce cambios reales en la sociedad y la cultura, la verdadera ciencia siempre es crítica con el orden imperante cuando el conocimiento científico cuestiona a ese orden (como sucedió con Galileo y el geocentrismo religioso, como sucede ahora con la ecología social y el capitalismo) Sobre todo ampliar y desarrollar extensamente la enseñanza ecológica y del desarrollo sustentable 3- Profundizar y desarrollar la educación popular a través de la comunicación comunitaria. La educación es la gran generadora de cambios culturales y sociales; tanto, que incluso puede provocar dichos cambios en una generación (las graves alteraciones climáticas y ambientales de hecho forzarán esos cambios) Si se amplifican los principios mencionados a través de la educación popular radiofónica, se pueden acelerar verdaderas movilidades culturales y estructurales en el pueblo. Estas movilidades no solo son deseables, sino necesarias, teniendo en cuenta la grave amenaza que significa el calentamiento global y el modelo cultural y económico vigente; fuente del mayor peligro que la humanidad soporta en toda su historia evolutiva.
Alejandro Sánchez
Abogado. Postgrado en Didáctica Universitaria.
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