La Fantasía De Las FARC En Paraguay ¿Dónde Quedó?
Como siempre, el comunicador profesional Augusto Dos Santos (que no es un simple periodista) expone artículos de alto criterio a nivel comunicativo:
“Las FARCs están aquí”: curiyú que nadie reclamó
Publicado también en Argentina Indymedia
[Desarrollo ::: 22/01 | 21:34] (Augusto dos Santos, editor)El presidente resolvió denominar “curiyú” a los bleff de la prensa desde aquel mitológico informe de la boa que se comió al peón; como ironía, duele, pero no está mal ; sin embargo en su gobierno no faltaron las “curiyú” oficiales, como aquella, gigantesca, de cuando pagaron avisos en todas las radios para avisarnos – con la urgencia de Orson Welles en la “Guerra de los Mundos” que las FARCS “están aquí, en las vecindades de Pedro Juan Caballero”; ¿Alguien sabe que pasó después? O la curiyú se fugó hacia algún sombrío agujero de la propaganda del miedo?
Recuerdan ese aviso radial que con la misma agilidad del anuncio de un certamen de Volley de Playa, con una locución que , por su estilo, insinuaba mas bien el pregón de una peluquería, formulaba en nombre de la SENAD una revelación gravísima:
Miembros de la FARC están en Paraguay intercambiando cocaína por armas para financiar su guerra sucia en Colombia. Si. Están aquí en las vecindades de PEDRO JUAN CABALLERO ”
y luego, tras precisar con tanta certeza donde están, la misma SENAD a través del mismo anuncio pedía que la gente aporte datos llamando al teléfono de tal oficina, rematando la frase con la expresión:”Oñepyrú nendivé”, que en su traducción mas llana significa: Empieza Contigo, por lo que uno no terminaba de entender si era un pedido de participación o una amenaza.
Sería interesante que no concluya el actual Gobierno cuyos presidente y vicepresidente están divorciados – siguiendo una ya paraguaya tradición- sin que nos expliquen que pasó con las FARCS en el Paraguay y particularmente con su presencia en las “vecindades de Pedro Juan Caballero” como aseguraban en todos los avisos pagos en diferentes medios
En los países con reglas serias de juego, la palabra confiable la tiene su gobierno; es la que enciende la luz en la peor oscuridad. Aquí la palabra en la mayoría de las ocasiones está al servicio de la guerra de engaños con la que se sostiene el sometimiento cívico de la comunidad
Volviendo a la versión – asegurada y publicada – que las Farcs están en las “vecindades de Pedro Juan Caballero”; es muy peligroso que para manejar temas estratégicos de seguridad el argumento sea el “chaque” partiendo de unsupuesto de ignorancia del pueblo paraguayo y del “temor a la autoridad” proveniente de la dictadura; a esto se suma una parálisis de ciudadanía que ofrece el flanco favorable al poder para “colocar” sus operaciones mediaticas con regular suerte.
Desde luego, esta insignificación de la inteligencia ciudadana que promueven desde los organismos estatales no tiene otra estribación sino en las más connotadas tradiciones del criollaje político que ha matrimoniado permanentemente durante siglos el poder con la mentira .
Un sistema político peremnizado en la ejecución de la cosa pública ( y entiéndase ejecución como fusilamiento y no como desempeño), que relativiza los peligrosos alcances de sus intrigas no puede sino acabar – con el tiempo - descubriendo sus pies de barro.
Ahora: reconstruyamos sobre la hipótesis confirmada por la más alta fuente estatal: que las FARCS están en territorio Paraguayo. ( Así lo decía indudablemente este aviso); pues ¿ cuando y como entraron?.¿ Cuantas operaciones militares ha realizado el ejercito paraguayo en sondeo, identificación de estas fuerzas?¿ Existen evidencias, fotos aéreas, información estratégica sobre sus locaciones? . Se han realizado operaciones y batidas sobre tales regiones. ¿Han existido enfrentamientos?
Algún parlamentario debe consultar al Gobierno sobre esta afirmación oficial para la que se invirtieron millones de guaraníes en diversas radios y es muy importante que el Gobierno aclare estos presupuestos básicos de cualquier política estratégica de seguridad ; en un sistema democrático un estado – amparo y tutela de sus ciudadanos – puede cometer errores pero mentir no. Esa es tarea de la mafia. Salvo que se confundan los roles.
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