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Drogadicción en Paraguay

Aumenta Más El Consumo de Crack Entre Adolescentes En Asunción

Senad afirma que creció consumo de paco y crack

 

El consumo de paco y crack va en aumento en nuestro país. El mismo es sostenido, y al igual que el microtráfico, permanece como una realidad ineludible.

 

Por Patricia Figueredo

pfigueredo@uhora.com.py

Así lo señaló Miguel Chaparro, director de operaciones de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). "Aumenta porque hay más demanda y más vendedores", añade.

En el caso de los colegios y el movimiento constante de drogas señaló que la solución no está en allanar las instituciones y quedarse allí. Por ello, ahora refuerzan las estrategias para llegar al foco de distribución.

Considera que deteniendo a un microtraficante, los alumnos igualmente irán junto a otro a conseguir la droga, ya sea paco, crack o marihuana.

Mencionó que actualmente están aplicando la misma metodología que con el narcotráfico, a fin de conocer la cadena. "Prueba de ello es lo que incautamos en un colegio la vez pasada. Encontramos 40 gramos de crack e hicimos el seguimiento y resultó que traían de Mariano Roque Alonso", dijo.

En el primer allanamiento encontraron tocos para venderlos entre G. 10.000 a G. 20.000, pero en el de Roque Alonso los paquetes eran más grandes.

Chaparro explicó que esta realidad se mantiene vigente porque el crack y paco son drogas altamente adictivas a diferencia de la marihuana que no provoca adicción desde el primer consumo.

Existe una alta probabilidad de que una persona que prueba por primera vez el crack se convierta en un cliente seguro a partir de ese momento, conforme a lo que manifestó el directivo. "Hay un peligrosísimo cambio de marihuana a crack o paco", añadió.

PERFILES. Chaparro señaló que generalmente los microtraficantes se muestran como vendedores ambulantes que se encuentran en las cercanías de los colegios e incluso también se comercializan en casas particulares con fachadas de kioskos. También está el delivery, mediante el cual se accede a la droga simplemente solicitando al distribuidor vía mensaje de texto o llamada telefónica. En este caso ya depende de la confianza que exista entre consumidor y proveedor.

DIFERENCIAS. El paco se presenta como piedra, pero después se va derritiendo. Por eso el proveedor puede venderlo como crack sin que el consumidor se percate de la estafa.

A simple vista no existen diferencias, pero el efecto del paco es peor que el del crack, aunque ambas drogas sean el desecho más nocivo de la cocaína.

ZONAS VULNERABLES Y MÁS PELIGROSAS

Miguel Chaparro, director de la Senad, resaltó que las zonas marginales son las que más vulnerabilidad y microtráfico presentan.

"En las zonas marginales, estas villas de sintechos son las que más problemas tienen; tengo estadísticas. Cuando hacemos allanamientos en barrios más normales, por llamarlos de una forma, los mismos vecinos aplauden y valoran, pero allanar una zona marginal es totalmente otra cosa", indicó.

Justamente la dificultad se presenta porque muchos de los microtraficantes se encuentran viviendo en esos lugares.

Creando Lazos de Amor Contra Las Drogas

Vecinos de Tacumbú y Bañado Sur unen fuerzas contra el crack

 

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La estrategia de trabajo es crear lazos afectivos con los consumidores y no recurrir a medidas represivas como comisiones "garrote". Llevan alimentos, atención sanitaria y espiritual a quienes los necesitan.

 

Por Patricia Figueredo

pfigueredo@uhora.com.py


Un país se construye entre todos. Eso lo tienen muy presente los pobladores del Bañado Sur y de Tacumbú, de Asunción, quienes, preocupados ante el aumento del consumo del crack, se organizaron y unieron fuerzas para ser parte de la solución, dejando de lado la indiferencia.

La mesa del chespi (nombre corriente dado al crack), se llama el equipo, que conforman también agentes de Atención Primaria en Salud (APS), del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social; la institución el Ombligo de Íngrid, el Programa de Atención Integral a Niños y Adolescentes en Calle (PAINAC), la Pastoral Juvenil, entre otros.

Esta iniciativa surgió hace solo dos meses y la estrategia que usan es el acercamiento a los consumidores. Llevan alimento, palabras de apoyo, consejos, y de ese modo van creando el lazo afectivo que resulta un factor de suma importancia en este tipo de trabajos, según los mismos voluntarios.

Aún no tienen un estudio profundo del impacto de esta droga en la zona. No conocen cifras, y el trabajo de campo recién empieza. Sin embargo, consideran que la franja etaria de consumidores está comprendida entre 13 a 25 años de edad. "La propuesta es abordar este tema no centrados en un modelo represivo como las comisiones garrote o las comisarías, sino establecer una relación con estas personas, y a partir de ello ver las necesidades y trabajar la solidaridad", explicó Agustín Barúa, voluntario del plan.

FUTURO AMPUTADO. Por otra parte, subrayó la realidad que viven en ese punto del país, independientemente al consumo de drogas. "Los jóvenes tienen poco espacio para sus sueños. Si es un joven bañadense de 13 años, no tiene proyecto de vida, salida laboral; tiene un futuro amputado prácticamente", dijo.

Esta situación muchas veces genera, según Barúa, la preferencia por las drogas desde temprana edad, sumadas a esto la situación de pobreza y otras limitaciones.

PUERTAS ABIERTAS. Cada 15 días, los lunes, desde las 8, los vecinos y representantes se reúnen en el local de la Radio Solidaridad, ubicada en el Bañado Sur. Además, mensualmente hacen convocatorias ampliadas a las que esperan se vayan sumando más voluntarios.

Barúa aclaró que el trabajo es meramente sanitario y afectivo, buscando crear lazos e ir conociendo la historia de cada afectado. "No somos policías disfrazados; buscamos ese vínculo, darles comprensión, historizar y saber sus relaciones familiares, por citar algunos aspectos", concluyó.

 

Otras fuentes relacionadas con la noticia:

 

 

Radio Fe y Alegría

 

En el Bañado Sur y Bañado Tacumbú se unen para combatir el consumo del crack entre adolescentes y jóvenes

 

Locales

Desde hace tres meses se impulsan trabajos en el marco de  la “Mesa del chespi” con el fin de unir fuerzas para combatir el consumo del crack en adolescentes y jóvenes del Bañado Tacumbú y Bañado Sur.
“Es una atención de emergencia y abordaje específico”, explicó a la 1300 AM el Dr. Agustín Barúa.
Comentó que realizan contactos  directos con unas  personas 20 que consumen crack, que sufren una exclusión social, una de las causas que los motivan a consumir la droga según el Dr Barúa.
Por otro lado, buscan generar un espacio de encuentro  con las personas que viven o están vinculadas emocionalmente  con las personas que consumen el crack. 
“Chespi” es la denominación que se le da  al crack.
La mesa esta conformada por Atención Primaria en Salud (APS), del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social; la institución el Ombligo de Íngrid, el Programa de Atención Integral a Niños y Adolescentes en Calle (PAINAC), la Pastoral Juvenil, entre otros.
[2010-07-19] .................... Archivo Mp3 -

El Paco Avanza Sobre El Crack En Asunción y Paraguay



 

El 80% de incautaciones de la Senad corresponden a esta droga, también llamada pasta base. Los microtraficantes venden la sustancia como crack porque tiene el mismo aspecto pero distintos componentes.

 

Por Patricia Figueredo

pfigueredo@uhora.com.py

Hace unos meses la noticia sobre el aumento del consumo de crack en Asunción y Área Metropolitana saltaba al tapete. Quien más quien menos hablaba de este fenómeno que atrapa a víctimas, principalmente de escasos recursos, debido a su bajo costo. Ahora, otra droga lo desplaza: el paco o pasta base.

"El 20% de las incautaciones corresponden al crack y 80% a la pasta base de cocaína, lo que se conoce como paco, que es igual o peor que el crack, pero que lo venden como crack", mencionó Miguel Chaparro, director de operaciones de la Secretaría Nacional Antidrogas.

Estos datos se desprenden de un comparativo de 2009 a la fecha. Los lugares no cambian, solo el producto, y hasta los consumidores no se dan cuenta de qué están consumiendo, dijo el agente.

El paco se presenta como piedra pero después se va derritiendo. Es por eso que el proveedor puede venderlo como crack sin que el consumidor se percate de la estafa.

El microtraficante es el que gana en este circuito perverso, ya que "consigue la pasta base por la tercera parte del precio que cuesta la misma cantidad de crack. Así como se da en el caso de vender cocaína comercial o la más pura, según el interés del demandante", explicó Chaparro.

Los focos de distribución y comercialización de Asunción y Área Metropolitana son: Zeballos Cué, Santa Rosa, Tablada Nueva, San Felipe, Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, Itapytapunta, Sajonia, Bañado Tacumbú y Bañado Santa Ana.

También Republicano, Terminal, San Antonio, La Encarnación, Ricardo Brugada, Barrio San Miguel, Virgen de Fátima y Botánico, según la Senad.

NO HABRÁ FAVELAS. Chaparro manifestó que se debe desmitificar que los focos de comercio y distribución son zonas impenetrables.

"La Chacarita sigue siendo el foco de distribución más fuerte, pero no es una favela, no es impenetrable. No vamos a tener una favela acá en Paraguay. Nosotros le sacamos a la mayor distribuidora de ese lugar", comentó.

Agregó que el trabajo es complicado y que muchas veces los distribuidores van migrando a otros puntos. El tamaño pequeño y el poco olor que tienen tanto el paco como el crack hacen que el control sea más dificultoso, conforme indicó.

SERVICIO MILITAR. Sin intenciones de promover la vida militar, Chaparro sugirió que el Servicio Militar Obligatorio (SMO) podría ser una estrategia que colabore en la lucha. El hecho de que los chicos de entre 16 a 18 años se formen en este campo ayuda a que estén abocados a una actividad que demanda disciplina. Indicó que luego de que el SMO se levante aumentó notablemente el consumo de drogas por jóvenes.

FORTALECEN TÁCTICAS DE CONTROL EN SENAD

Hace un tiempo, la Senad realizó modificaciones para fortalecer los controles y la lucha contra el microtráfico. Miguel Chaparro, director de operaciones, habló de las mismas.

Según dijo, ahora cuentan con mayor recurso humano y técnico, y apuntan a los principales proveedores de crack y paco provenientes de Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero.

A la vez, llevan adelante un intercambio de información mediante un trabajo articulado con la penitenciaría de Tacumbú, y coordinan el trabajo de la Unidad de Microtráfico con Prevención. En tanto, los fiscales buscan una nueva figura para aplicar a los microtraficantes.

"Los fiscales están viendo una nueva figura para condenar a los microtraficantes. En vez de poner posesión y tráfico, poner tenencia y comercialización. Comprobando con fotografías antes, durante y después con el historial de las personas; si no, no hay caso", dijo el funcionario de la Secretaría Antidrogas.

 

 

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Gastar Más en Drogarse Que en Comer

Al consumidor le sale más caro fumar crack que alimentarse


Niños y jóvenes trabajadores de calle llegan a ganar hasta G. 200 mil por día, dependiendo de las horas de actividad. Casi todo lo destinan a comprar chespi. Son víctimas de la adicción, que puede más que la razón.

 

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Por Patricia Figueredo

pfigueredo@uhora.com.py

"Yo sé que por 10.000 ya puedo comprar un lomito o algo para comer, pero mi cuerpo me pide consumir el crack, por eso gasto mucho. La comida no te hace sentir lo mismo que esa porquería".

Con estas palabras se sincera Marcos (nombre ficticio), un joven de 17 años que desde hace varios años consume todo tipo de drogas, y ahora gasta diariamente un monto mínimo de G. 150.000.

Empezó con la marihuana y luego fue a la cola de zapatero, refugiándose al final en la adrenalina y excitación que le da el crack o también llamado chespi.

Esas pequeñas piedritas que son el residuo de la cocaína y que se fuman en rústicas pipas, llevan a Marcos a un mundo en el que se combinan las largas horas de trabajo e incluso los robos para alcanzar el monto que necesita para comprar "mi vicio", como él mismo lo define.

El chico dice en todo momento que quiere librarse del infierno que representa esta droga, porque reconoce el mal que le ocasiona al cuerpo y además el gasto que representa para su bolsillo.

La soledad es algo que también marca la vida del joven, pues por más que comparta horas y horas en la calle con sus amigos limpiavidrios o vendedores, a la noche le aguarda una pieza apartada de su casa en la que duerme -si es que llega-, sin siquiera hablar con sus familiares.

"Desde que me metí con este tema de las drogas, más aún el crack, mi familia está en mi contra, y cuando me voy a casa directo entro a mi pieza, que está aparte", comenta con pena.

El fantasma que acecha cada día a los jóvenes o niños que consumen drogas es el proveedor, que con facilidad y frialdad criminal les entrega aquello que "sus cuerpos piden".

Todos tienen a pedir de boca a un vendedor, que muchas veces es quien les complica cuando deciden apartarse del consumo.

"Conozco los lugares donde se vende. Cerca de casa hay, y así, para mi es difícil salir de las drogas", reconoce mientras insiste en que quiere entrar a la Unidad de Desintoxicación Programada (UDP), para empezar con el proceso de rehabilitación. Y añade: "ko’â la ñanembopirupáva, mañamína (esto es lo que nos deja flacos, fijate)".

Los lugares donde se encuentran estos grupos más vulnerables son Luque, Ñemby, Plaza de las Américas, Ricardo Brugada, 4 Mojones y Calle Última.

Otra historia, pero no tan diferente a la de Marcos, es la que vive Juan (nombre ficticio), quien también dedica horas de su día a trabajar en la calle para mantener a su familia y pagarse los gramos de crack.

Él, a diferencia que Marcos, aún mantiene un vínculo familiar más fuerte, aunque la relación no es del todo armoniosa, según sus comentarios.

"Si no consigo el dinero que necesito, directamente robo. No tengo armas, solo les asusto a los muchachos apretándoles y les pido el celular", confiesa Juan.

Sostiene que muchas veces no hay necesidad de ingerir ningún estupefaciente para realizar los asaltos. "Sanoité hacemos", dice. Al igual que Marcos, el joven tiene deseos de cambiar y aseguró que irá al refugio que le ofrece la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), mediante el Operativo Invierno que se inició ayer.

INICIÓ EL OPERATIVO INVIERNO

Desde las 17 de ayer estuvo abierto el patio refugio de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), más conocido como Cenadi (Detrás del hogar Santa Teresita, sobre Eusebio Ayala casi Choferes)

En el primer día del Operativo Invierno, los educadores de la Secretaría abordaron a los niños y adolescentes que están en situación de calle, a fin de darles un lugar donde pasar la noche.

El plan pretende dar merienda, cena y desayuno, respectivamente. A las 7 cierra el refugio para reiniciar la actividad a las 17. No obstante, se continúa con el acompañamiento en calle.

Jorge Amarilla, educador de calle de la SNNA del Programa Painac, comentó que los equipos de educadores trabajarán las 24 horas de lunes a lunes hasta el 28 de agosto.

El acompañamiento en calle es a fin de crear un lazo con los chicos y en caso de que estos consuman algún tipo de drogas, ayudarles en el proceso de rehabilitación y recuperación.

"De día les llevamos leche, algunas cosas para comer y les acompañamos. Es para que nos conozcan y podamos ir ganando confianza con ellos y trabajar mejor", explicó.

Con el Operativo Invierno se calcula abordar a 100 chicos como máximo, ubicados en los diferentes focos de vulnerabilidad. (Ver texto principal).

Ultima Hora Publica Documentación Sobre El Infierno del Crack

Crack: "Es fuerte, impacta; aunque es un infierno"

 

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01.35 de la madrugada, en medio del Barrio Chino, Chacarita. Un sonido monosilábico inunda el ambiente: crack, crack. Son las improvisadas pipas en donde arde una pepita de la sustancia considerada como la más dañina y adictiva entre las drogas que circulan en el país.

 

Por Jorge Lombardo | jlombardo@uhora.com.py

Juan aparenta unos 30 años, es medido en gestos y tiene cinco entradas a Tacumbú. Cuando comienza la entrevista, está fumando crack. "No tengo otra salida, no me siento bien conmigo y eso me duele, por eso me drogo, es un escape", dice con un tono que está lejos de la necesidad de convencer.

Los tatuajes en su cuerpo son un catálogo de aquello que ya no le asusta: la muerte, la violencia, la cárcel. Estudió hasta el 6º grado y trabajó como albañil toda su vida.

Se inició en las drogas hace más de diez años, pero advierte que el crack, que consume desde hace poco tiempo, marca un antes y un después.

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