La Injusticia de Querer Cobrar A Las Víctimas del Ycuá Bolaños
Familia Torres: “A causa de los abogados estamos viviendo un doble crimen
Don Juan y doña Carmen Torres perdieron a su hijo de 23 años en la tragedia y sólo cobraron G. 11 millones. Ahora, además están en riesgo de perderlo todo, por regulación de honorarios de abogados.
Por Jorge Zárate
jzarate@lanacion.com.py
Perdió a su hijo Pablo en el incendio del Ycuá Bolaños. El joven de 23 años en ese entonces trabajaba para una empresa tercerizada de nombre Dynamus que subcontrataba personal para Chortitzer. Murió atendiendo el stand en la fiambrería.
El dolor permanece en los gestos de Juan Torres, en los de su esposa Carmen Enriqueta Fleitas. “Esto es lo que pasa con la gente trabajadora en nuestro país, esta es la injusticia que hace que muchas veces para poder trabajar, se les hace firmar de antemano su propia renuncia en caso de accidentes o en caso de problema parecido”, contó del principio de su caso en el que buscaba una reparación civil por la muerte de su hijo.
“Esto es lo que ha ocurrido con mi hijo porque aquí tenemos el certificado de Dynamus que al principio no me quisieron dar. Recién cuando me acompañó la gente del Comité de Emergencia Nacional me lo dieron (en el documento dice que Pablo trabajó en la empresa hasta el día del siniestro). Se estaba muriendo mi hijo en ese momento y les pedía el certificado y accedieron a darme”, comentó.
DESGRACIA
Toma el expediente en sus manos y lee lo que los abogados de Dynamus alegaron en el juicio. “si se nos pregunta por qué estaba a la hora de la tragedia en el Ycuá Bolaños, si había renunciado el día anterior y realmente y sin ánimo de tratar de llegar a la verdad, podemos afirmar que ciertamente se trataba de un día de descanso y el hoy finado, en el tiempo que trabajó en dicho recinto, seguramente había hecho amistad con personas del mismo y decidió llegarse al mismo con tal mala suerte que sucedió lo que sucedió”, respira el punto. Deja de leer y reflexiona: “Imagínense que negó que mi hijo trabajó con ellos”.
INJUSTICIA
Ganó el juicio, “pero mi abogado no hizo las cosas como corresponde”, comenta. De los más de 1.500 millones de guaraníes que reclamaba, solo cobró 11 millones de guaraníes de una indemnización laboral para su hijo.
“Imagine la injusticia que hemos vivido. A causa de los abogados hemos vivido un doble crimen. Resulta que después de que mataron a nuestros seres queridos, ahora nos quieren regular las costas los abogados de (Juan Pío) Paiva, es decir, en lugar de recibir una indemnización de parte de ellos, tenemos que salir pagándole nosotros a ellos, es increíble”.
Torres increpó a su abogado cuando recibió la intimación de los defensores de los Paiva de que tenía que pagar 8 millones de guaraníes y finalmente el letrado, de nombre Pablo Ibarra Balbuena, afrontó la deuda de su peculio. “Fui, hablé con él, le pregunté por qué descuidó la causa. 'Sólo Dios sabe'”, me dijo.
El abogado hizo un acuerdo con el defensor de los Paiva, Raúl Alberto Netto Villagra, y esto eximió a Torres del pago.
“A él se le fue de las manos: Yo le llamaba todas las semanas porque tenía que viajar a la Argentina donde trabajaba, vivimos allí 40 años en Buenos Aires y vinimos porque todo el que sale quiere volver. Vine con mis hijos y estaban todos muy felices hasta que ocurrió esta tragedia y se desmembró completamente mi familia. Así se desmembraron cientos de familias y con todo eso no les bastó a estos abogados que no sé cómo nombrarlos, que nos han llegado a esta instancia. Somos más de 200 personas que quedamos fuera de la demanda civil sin poder reclamar culpa de ellos”.
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