¿Qué Pasa Con El Frente Guazú en Pilar, Paraguay?

Orden en el Caos Creador

 

Algunos hablan de quiebre, otros de más diálogos. Lo cierto y lo concreto es que a 4 días del cierre de inscripciones de Alianzas electorales y concertaciones, los partidos pequeños no presentan la conformación definitiva del Frente Guazú, que acordaron realizar unas semanas atrás.

 

Como en toda organización, agrupación y dinámica política, hay diferencias, liderazgos en pugna y tendencias grupales hacia un sentido u otro. No soy un observador neutral e imparcial en este proceso (Ni el más avezado periodista profesional lo puede ser en procesos netamente políticos) Lo concreto es que, por el escaso tiempo, la crisis de la alianza de los partidos pequeños es visible, real y palpable, silenciosamente palpable.

 

Está claro que el escaso tiempo y la falta de un acuerdo visiblemente público llevará a inevitables soluciones inmediatistas, puramente coyunturales, dirigidas a quien es capaz de lograr el mayor consenso dentro de los partidos pequeños, quedando fuera de dichas soluciones aquéllos que no logren el mayor de los consensos.

 

Es la dinámica natural dentro de un proceso sociocultural y jurídico poco democratizante y escasamente democrático en lo formal. Desde un enfoque rígido y momentáneo, es ya una media derrota del propio Frente Guazú en Pilar, como amplia alianza de todos los partidos pequeños. Pero era algo previsible teniendo en cuenta la poca cultura de dialogicidad y convergencia de una sociedad marcada por medio siglo de dictaduras y del monopolio político de un partido, que literalmente construyó una cultura extremadamente individualista y terriblemente hipócrita, dónde la sinceridad no es la mejor de las virtudes.

 

En ese sentido, está claro que hubo voluntades claramente dilatorias de parte de algunos líderes de los partidos pequeños. La poca capacidad de establecer consensos manifiesta esa voluntad política muy desfavorable al propio Frente Guazú. Aunque, en una crítica y autocrítica general, todos los líderes locales de los distintos partidos tienen su cuota de responsabilidad en esa escasa capacidad de consenso.

 

Pero también puede tratarse de una oportunidad, ya que se daría la oportunidad de que aquéllos liderazgos con mayor capacidad de diálogo y negociación puedan lograr el mejor de todos los consensos, aglutinando a la mayor cantidad de partidos pequeños, si no pueden aglutinar a todos.

 

El proceso posterior obviamente sería que el que tiene mayor capacidad de consesuación y negociación liderará en los hechos El Frente Guazú, reconformándolo como ya se pueda. Los demás partidos pequeños solo tendrán dos opciones: Negociar con el nuevo Frente Guazú (la mayor aglutinación de partidos pequeños) o debilitarse más aún en una pugna electoral más que testimonial

 

Desde el análisis sistémico-dinámico abierto (ecológico o de biomímesis), es un proceso de competencias y alianzas dentro del umbral del caos creador. Lo cual, si se enfoca positiva y orgánicamente, a largo plazo reforzará más al proyecto de cambios que significa el Frente Guazú, tanto a nivel local de Pilar como a nivel Nacional

 

Alejandro Sánchez