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Noticias Destacadas del 25 de abril de 2007

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Patético relato de labriegos torturados por la policía

 

SAN ESTANISLAO (Sergio Escobar Rober, corresponsal). Colonos de la comunidad de Paraguay Pyahu y San Ramón denunciaron ser víctimas de constantes torturas y amenazas por parte de efectivos policiales que resguardan las tierras del Ing. Calixto Saguier. Los senadores Estanislao Martínez (PPQ) y Lucio Vergara (ANR) visitaron ayer la zona.

 

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Viviana Leguizamón, con sus hijos, relata la violencia policial.

Según el relato de los labriegos, el fin de semana pasado un grupo de uniformados asaltó el domicilio de Liborio Leguizamón (60 años), quien se encontraba en compañía de una persona de nombre Andrés Amarilla. Ambos fueron atacados, luego trasladados hasta la comisaría de San Ramón. Lo más grave del caso es que los agentes no contaban con una orden judicial, ni las personas tenían orden de detención.

Los afectados describieron ante los legisladores el tipo de torturas a las que fueron sometidos estando en sede de la Subcomisaría 18, donde dijeron que fueron golpeados, maltratados y amenazados de muerte.

“Nos pedían que cooperemos con ellos para localizar a un tal Domingo Cabral, de lo contrario, nos iban a matar. Además, en todo momento nos pateaban, nos trataron de guerrilleros y nos manifestaron que ellos no necesitan ninguna orden de nadie porque están ahí por orden del ministro del Interior y que nadie iba remediar la actuación de ellos”, confesó uno de los afectados.


Señalaron que el grupo estaba comandado por el subcomisario Andrés Ferreira. A consecuencia de los golpes recibidos, Leguizamón tuvo que ser internado en un centro asistencial de cruce Liberación, mientras Amarilla sufre las secuelas de los fuertes golpes que recibió.

Viviana Leguizamón, concubina de Cabral, también fue brutalmente golpeada.


A raíz de los maltratos debió ser atendida en un centro médico. La mujer comentó que los policías llegaron a la vivienda y en forma aparatosa y sin mediar palabras exigieron que le cuente en dónde estaba su marido.

“Acá estamos desesperados, los policías hacen lo que quieren, golpean a niños y a mujeres. La comunidad se va despoblando a causa del proceder de ellos”, indicó.


Andrés Argaña, un escolar de apenas 9 años, que estaba transitando por el lugar también confesó que fue víctima de la tortura policial. “Un Policía me estironeó del brazo y apretándome fuerte me apuntaba con un arma grande (que sería metralleta) obligándome que le diga dónde estaban mis padres. Me asusté mucho y empecé a llorar y ahí me apretaba más fuerte, entonces, les conté dónde estaba trabajando mi papá y se fueron a detenerle”, expresó el menor.


Su padre, Juan Blas Argaña, tiene orden de captura por invasión. Según el niño, el agente que lo presionó le entregó G. 2.000 “para que no comente nada”.


Centenares de niños están abandonados y las madres deben cumplir también el rol del padre para mantener sus respectivas familias.

Sin embargo, la situación sigue empeorando porque las mujeres son acosados por los policías que entran en todas partes como si fueran los dueños de las tierras.


Esta situación las obliga a mantenerse encerradas en sus viviendas.

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