Al director y a los lectores del diario abc color.
Esta carta está motivada por la indignación y la repugnancia que me ha causado leer la enorme colección de mentiras y la hipocresía que contiene la nota editorial de su diario del día viernes 12 de marzo.
Comienza la nota editorial refiriendose a la “persecusión política y violación sistemática de los derechos humanos [...] llegado a su apogeo con el reciente deceso del disidente preso Orlando Zapata Tamayo, tras una huelga de hambre de 85 días”.
La mentira consiste, por una parte, en presentar al fallecido como un “preso disidente” y no tal como es, un delincuente común. Me resulta imposible concebir que abc, como medio de prensa no estuviera informado del historial de esa persona. En honor a los desinformados lectores del diario, si esta carta llegara a publicarse, creo conveniente reproducir un breve extracto de la historia penal de Orlando Zapata. En efecto, se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988. Procesado por los delitos de "violación de domicilio" (1993), "lesiones menos graves" (2000), "estafa" (2000), "lesiones y tenencia de arma blanca" (2000: heridas y fractura lineal de cráneo al ciudadano Leonardo Simón, con el empleo de un machete), "alteración del orden" y "desórdenes públicos" (2002), entre otras causas en nada vinculadas a la política. Fue liberado bajo fianza el 9 de marzo de 2003 y volvió a delinquir el 20 del mismo mes. Dados sus antecedentes y condición penal, fue condenado esa vez a 3 años de cárcel, pero la sentencia inicial se amplió de forma considerable en los años siguientes por su conducta agresiva en prisión.
El editorial de abc color pretende fundamentar su engaño en un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que dice “Orlando Zapata Tamayo había sido detenido en marzo de 2003, en el contexto de una ola represiva del Estado de Cuba en contra de activistas de derechos humanos y periodistas independientes”. Lo primero que se puede notar, teniendo en cuenta el historial delictivo, es la descontextualización de la información sobre la fecha de la detención. Además, en la lista de los llamados presos políticos elaborada para condenar a Cuba en 2003 por la manipulada y extinta Comisión de Derechos Humanos de la ONU, no aparece su nombre, a pesar de que su última detención coincide en el tiempo con la de aquéllos. De haber existido una intencionalidad política previa, no hubiese sido liberado once días antes. Desde el 2003, en que entró de nuevo en prisión, agredió a funcionarios, se negaba a comer la comida de la cárcel y sólo comía lo que le traían los familiares, etc.
Se pretende dar otra vuelta de tuerca con el siguiente párrafo: Posteriormente, continúa el escalofriante relato de la comisión, al disidente se le aumentó la condena a 36 años de penas carcelarias ¡por sus opiniones adversas al castrismo! “Información recibida por la CIDH indica que el señor Zapata Tamayo habría sido sometido a tortura y tratos inhumanos en la prisión Kilo 8”, puntualiza el documento. Es extraño que toda la prensa mundial, tan ansiosa por publicar cualquier información adversa a Cuba no haya reproducido esto hasta la saciedad. Parece que sólo la CIDH se enteró que la pena carcelaria para Orlando Zapata haya sido aumentada por sus opiniones adversas al castrismo y que haya sufrido torturas y tratos inhumanos en prisión.
Pero no voy a caer en la trampa de debatir acerca de si Zapata era un preso común o un “disidente político preso”. Sería admitir implícitamente la existencia de “centenares de presos políticos que mantiene el régimen castrista” como afirma abc color. Si son centenares, desafío al diario a publicar una lista de unas pocas decenas así como los “pecados” por los que fueron encarcelados.
La inmensa mayoría de la población cubana apoya y construye su revolución. Es verdad, una pequeña parte no está de acuerdo. Pero lo que no es verdad es que esa pequeña parte esté representada por la llamada “disidencia”. Esa “disidencia” es fabricada y pagada con el dinero del imperio. Abc color haría honor a su pretendida misión de informar a sus lectores si les diera a conocer que los llamados “disidentes” no responden a necesidades del pueblo cubano, sino a necesidades del gobierno de Estados Unidos. El gobierno norteamericano hace público cada año el presupuesto de decenas de millones de dólares destinados a subvertir el orden político, económico y social establecido en Cuba.
Se trata de una oposición que se proclama independiente pero que el gobierno cubano, no sin razón, califica de mercenaria y traidora, sufragada por un gobierno extranjero, en este caso uno que desde hace más de 50 años mantiene un criminal bloqueo con el objeto de hambrear a la población y así llevarla a un estado tal de desesperación de manera que se levante contra su gobierno. Pero este efecto no ha ocurrido, no ocurre, y la explicación es la convicción de esa población acerca de la legitimidad de su revolución y de su gobierno.
En cambio, ¿es legítima y puede tenerse como tal a una oposición interna compuesta por determinados grupitos políticos, cuando sus más connotados dirigentes reciben dinero de un gobierno que tiene a Cuba en una infame lista que la califica de país enemigo? En ninguna nación del mundo, independientemente del sistema de gobierno que rija en ella y menos en Estados Unidos, es admitido- y así lo dicen las leyes- que una agrupación política, por muy pacifica que se proclame, reciba dinero y apoyo de todo tipo de una potencia extranjera, y que históricamente ha pretendido anexionarse el territorio, para cambiar el sistema político y social del país, sin que sobre ellos caiga todo el peso de la ley. Cuba no puede ser una excepción.
La hipocresía de abc color se desnuda cuando “denuncia” como sistemática violación de los derechos humanos la muerte de un recluso en una carcel cubana por una huelga de hambre alentada por esos mismos “disidentes” sin escrúpulos que lo empujaron a la muerte para luego culpar a Cuba y ahora esperan con ansiedad el mismo desenlace en otro supuesto opositor para de nuevo culparla. (Zapata se declaró en huelga de hambre el 18 de diciembre del 2009 negándose a recibir asistencia médica; pero a pesar de eso fue trasladado al puesto médico del penal y luego al Hospital Provincial de Camaguey, después al Hospital Nacional de Reclusos de La Habana, se le prestó toda la asistencia médica necesaria incluida terapia intermedia e intensiva y alimentación voluntaria por vía parenteral y enteral y se le garantizaron todos los medicamentos y tratamientos necesarios hasta su fallecimiento, lo cual fue reconocido por su propia madre. Fue atendido con respiración asistida hasta su muerte.) Es el colmo del cinismo reprochar a La Habana que no satisfaga las desmesuradas peticiones de la huelga de hambre de ambos: del fallecido, cocina, televisor y teléfono en la celda; del otro, la libertad de 26 presos supuestamente políticos pero en realidad agentes pagados de Estados Unidos. El gobierno cubano ha dicho que no es ético forzar a estas personas a injerir alimentos, como se hace habitualmente en el campo de concentración de Guantánamo, al tiempo que reafirma su probada actitud de administrarles todos los cuidados médicos necesarios en estado inconsciente. Nadie ha esclarecido en palabras tan directas como sencillas los fundamentos morales y jurídicos aquí involucrados como el presidente Lula da Silva a una pregunta expresa de la agencia AP: …la huelga de hambre no puede ser utilizada como un pretexto de derechos humanos para liberar a las personas. Imagine si todos los bandidos que están presos en Sao Paulo entraran en huelga de hambre y pidieran su libertad. Y abc color no puede perdonarle esto a Lula, a quien tantas veces a traido como ejemplo de la izquierda responsable anteponiéndolo a esa otra izquierda tilinga compuesta de marxistas y bolivarianos de todo pelaje. Claro que se ha cuidado muy bien de informar sobre esas palabras de Lula que he citado.
Y esa hipocresía se desnuda cuando frente a esa denuncia se olvida de hacer lo mismo ante la información de que varias organizaciones, entre ellas el Observatorio Internacional de Prisiones, destacan en recientes informes los problemas de superpoblación, hacinamiento, promiscuidad, violencia, degradación de las condiciones sanitarias y un aumento permanente de los suicidios en cárceles europeas. Se señala el caso de Francia, donde entre el 1ro. de enero del 2010 y el 24 de febrero del 2010, hubo 22 suicidios en prisión (no por huelga de hambre, sino por métodos más expeditivos), entre ellos el de un adolescente de 16 años. En el 2009 hubo 122 suicidios en las cárceles francesas y 115 en el 2008. Otros casos que se distinguen son los de Italia. En la cárcel de Padua, por ejemplo, según medios de prensa, en lo que va de año se han suicidado 13 prisioneros. Ni qué decir de las huelgas de hambre casi diarias de los presos en nuestras instituciones penales.
Son presos comunes, se dirá, no políticos. Entonces, ¿por qué abc color nunca ha considerado como persecusión política y sistemática violación de derechos humanos el caso de los cinco cubanos que están presos desde hace 12 años en cárceles de los Estados Unidos?
De nuevo debo hacer una disgresión para remediar la desinformación a que abc color somete a sus lectores. Estos cinco ciudadanos cubanos se habían infiltrado en grupos terroristas del exilio cubano en Miami a fin de prevenir sobre sus planes de agresión a la isla (¿será necesaria otra disgresión para informar sobre las actividades de esas organizaciones, incluida la explosión en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación que costó la vida de 73 personas, que son alentadas y hasta financiadas por agencias gubernamentales del imperio?). El gobierno cubano informó a las autoridades norteamericanas sobre los datos que ellos venían recabando. El gobierno norteamericano en vez de accionar contra las organizaciones terroristas detuvo a los cinco cubanos y los acusó de espionaje. Luego de permanecer unos dos años en prisiones de aislamiento (trato inhumano y violatorio de las mismas leyes norteamericanas) los cinco fueron llevados a juicio. A algunos de ellos se les llegó a ofrecer dinero y penas reducidas para declararse culpables e inculpar a sus compañeros. La fiscalía no pudo probar ninguna de sus acusaciones, incluso altos mandos militares yanquis atestiguaron en favor de los mismos. Entre innumerables irregularidades (falta de acceso a las pruebas, etc.) el juicio fue realizado en Miami, donde la presión y el chantaje de la mafia cubano-norteamericana no garantizaba un juicio justo. Obviamente, el resultado no podia ser otro, fueron declarados culpables y condenados a largas penas de prisión (por ejemplo, dos cadenas perpetuas más quince años). Pero el ensañamiento no terminó ahí, se llega al extremo de que a dos de ellos se les ha negado la visita de sus esposas. Abc color no ha informado sobre este caso que insulta a la humanidad, menos ha editorializado sobre esta nauseabunda burla a la dignidad humana.
Tal es el cúmulo de mentiras e hipocresía con que malintencionadamente abc color quiere desprestigiar el título de Isla de la Dignidad que se da a Cuba.
Y como prueba de que llamar a Cuba “Isla de Dignidad” no es una ocurrencia gratuita de comunistas trasnochados, voy a citar algunas cuestiones. En algunos casos las voy a comparar con el país se nos presenta como campeón de la democracia y se arroga el derecho de juez con el mandato de incluir a países y organizaciones en diversas listas de réprobos.
Casi 200 millones de niños en el mundo viven en la calle, abandonados o en situación de marginación; ninguno de ellos vive en Cuba.
Cuba sigue siendo el único país de América Latina en donde aún los más pobres viven bajo condiciones dignas, el 100% de los niños va a la escuela en lugar de andar en la calle, las mujeres reciben educación y la desocupación está por debajo del 3%.
Cuba ha recibido reconocimiento internacional por el desarrollo de la agricultura ecológica, en cambio nuestros campesinos e indígenas son sistemáticamente envenenados por productos de multinacionales norteamericanas promotoras de las semillas genéticamente modificadas en la agricultura.
También ha sido reconocida por su exitosa lucha contra el racismo, contra el SIDA y la homofobia, contra el consumo de drogas (Maradona estuvo allí para su rehabilitación). Sin embargo, es imposible negar que la causa principal del narcotráfico es el consumo en los países desarrollados, sobre todo en Estados Unidos que usó el dinero proveniente del narcotráfico para financiar a la contra nicaragüense. Curiosamente, ahí donde está la DEA (el organismo antidrogas yanki) la supuesta lucha contra el narcotráfico apenas avanza. Desde que Bolivia expulsó a la DEA de su territorio sus éxitos contra el narcotráfico han sido notables.
A poco más de dos años de triunfar la revolución Cuba fue el primer territorio libre de analfabetismo en todo el continente americano. Venezuela también fue declarada libre de analfabetismo gracias a la aplicación del método “Yo si puedo” que se ha ofrecido aplicar en el Paraguay, para escándalo y ferrea oposición de la oligarquía local. Por su parte, Estados Unidos envió en los primeros años de la dictadura stronista “asesores” que enseñaron a nuestra policía, como a otras de latinoamerica, el uso de la picana eléctrica.
Más de 500 estudiantes paraguayos han egresado de centros universitarios en Cuba, donde estudiaron gratuitamente. Hoy más de 700 paraguayas y paraguayos están estudiando, también gratuitamente, en la Isla de la Dignidad, y son más de 30.000 los jóvenes de todo el mundo que están haciendo lo mismo. Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en la tristemente célebre “Escuela de las Américas” (SOA, por sus siglas en inglés), establecida en Panamá en 1946 y luego trasladada a Fort Benning, Georgia, en 1984. A lo largo de sus más de sesenta años de existencia la SOA ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en cursos como técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo rastro de sangre y sufrimiento en los países adonde han regresado. Hoy día la Escuela de las Américas entrena casi mil soldados y policías latinoamericanos cada año.
Cuando ocurrió el terremoto en Haití habían 400 médicos cubanos que inmediatamente se pusieron al servicio de los damnificados. Con los días su número aumentó a más de mil, siendo el contingente médico más numeroso de todos los que acudieron a prestar auxilio a las víctimas del sismo. Estados Unidos, por su parte, envió a ese mismo país más de 10.000 soldados para reprimir las previsibles protestas de una población en condiciones desesperadas. Esas tropas ocuparon inmediatamente el aeropuerto de la capital y entorpecieron durante varios días el arribo de ayuda humanitaria proveniente de diversos países.
Desde el triunfo de la Revolución en Cuba no se tortura, no hay desaparecidos ni ejecuciones extrajudiciales. El mismo Fidel ha desafiado a que se pruebe un solo caso, nadie ha podido hacerlo. La verdad es que hay una parte del territorio cubano en el que se practica la tortura, de manera declarada y sistemática, es en la base naval de Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado por los Estados Unidos.
Paro por aquí porque sería de nunca acabar. Lo que no se le perdona a Cuba, a su pueblo, a sus líderes, es su autodeterminación, es la convicción y dignidad con que defiende su derecho a decidir sin imposiciones la manera en que quiere organizarse y vivir, su Revolución. El pueblo y la dirigencia cubana están dispuestos a defender esa Revolución que vienen construyendo desde hace más de 50 años, con la propia vida.
Nosotros, los paraguayos, admiramos esa determinación cubana porque ya hemos pasado por un trance semejante. Bajo el liderazgo del Dr. Francia nos constituimos en el único país latinoamericano que logró su independencia absoluta y nuestra decisión de defender esa independencia nos llevó al borde del exterminio en 1870. No dudamos que el pueblo cubano no se comportará con menor dignidad.
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano alertó en estos días de que "contra Cuba se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos, llamando la atención sobre lo que pasa en la revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza a ver otras cosas importantes y que los medios de comunicación no hacen por informar".
Oscar Herreros Usher
Ciudad del Este.
15 de marzo de 2010.