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Feminismo en Paraguay

La Diputada Que No Fue

Este no es un texto de análisis político, algo secundario frente al análisis cultural y psicosocial. Aunque en ese aspecto este artículo se asemeja a un ensayo con referencias profesionales y científicamente pertinentes.


Este es el caso de cuando se confunde feminismo con espacio para las mujeres, de cuando se confunde cultura con género y esta con políticas transformadoras. Ni el feminismo significa que una mujer sí o sí es diferente a un varón al ocupar un espacio político, ni el género femenino significa de por sí una cultura distinta, pero sí está claro que una nueva cultura sí o sí implica la transformación política como consecuencia y origen.


De allí que me centre en el estudio pedagógico, psicosocial y la necesaria investigación social; enfocada en la Ecología Social y su expresión política particular, el ecosocialismo. Mi currículum, que de la abogacía pasa a la pedagogía, tiene tal orientación. La literatura a la que más recurro me lleva a lo psicosocial y lo sociocultural, con énfasis en lo ecológico.


Volvamos al tema del artículo. Una nueva agrupación política eligió a una mujer luchadora y enérgica como candidata a diputada, se trataba de una histórica dirigente sindical, su nombre no lo expresaremos, no es necesario ni tampoco será respetuoso el hacerlo.


Lo que faltó en los criterios de selección de la candidata fue determinar su perfil psicosocial. Lamentablemente en Paraguay los principales machistas son mujeres, que son las que forman a los varones en el machismo, eso sin olvidar que toda la estructura social y cultural del mundo globalizado es androcentrista y por tanto con un machismo en distintos grados e intensidadesi. Esa forma de pensar tan racionalista, fría, calculadora, tan lógica y mecánica, en Paraguay se expresa en una cultural autoritaria, ultramachista e intolerante, a tal punto, que las luchas y organizaciones sociales se ven bloqueadas por la incapacidad de diálogo constructivo y consensual entre las y los activistas sociales. En el ámbito político partidario, tan competitivo y conflictuado por excelencia, la situación sencillamente es terrible.


Es más fácil crear una cadena de culpas (fulano le culpa a zutano, zutano a mengano y mengano a fulano y así sin parar) que crear una red de entendimientos y perdones. Es mas fácil que un pequeño grupo de “líderes” domine una organización a que exista una organización con estructuras que obliguen a una administración horizontal. Es cierto que son tendencias psiconeuronalesii, pero no es menos cierto que se pueden superar con educación y formación emocional adecuadas, reflexivas y críticas.

 

Nacemos con un temperamento básico genéticoiii, pero el carácter nos lo forman nuestra familia y la sociedad a través de la cultura. Si tenemos suficiente capacidad de análisis, reflexión y pensamiento flexible (pensamiento holístico de las ciencias) podemos cambiar nuestro carácter con el tiempo según las necesidades de transformaciones que buscamos. Desde la meditación hasta el psicodrama, pasando por el cambio conductista de estilo de vida, las herramientas piscopedagógicas son muchas y muy efectivas si se aplican científica y profesionalmente.


Lo cierto que en el caso concreto que ya se mencionó, lo primero que hizo la candidata al obtener el cargo de diputada fue elevar la conflictuidad a niveles tan enormes, que produjo un quiebre del diálogo, con el consecuente cisma en la nueva organización política partidaria. No podía ser de otra manera. En su lucha sindical aprendió a luchar como lo hacen los hombres. El gran problema del feminismo mundial es confundir igualdad con identidad. En la civilización moderna la mujer ha logrado sus espacios de igualdad comportándose como un varón. No es su culpa ni tampoco lo es de las y los feministas, es el resultado de la imposición de un único modelo de pensamiento: El racionalismo, que llevó al relativismo, es decir, al posmodernismo, que tanto mal hasta ahora está haciendo en nuestra sociedad y en la propia naturaleza.

 

La nueva diputada se aprovechó del sacrificio de miles de mujeres y hombres. Despedazó al nuevo partido, siguiendo el tradicional pensamiento racionalista, egocentrista y machista. En ningún momento intentó usar un pensamiento más maternal, delicado y sentimental, que le hubiese permitido estar abierta al diálogo y a un consenso mínimo para seguir apostando al proyecto político en el que se inició y en el que hubiese tenido alguna proyección política a largo plazo.


Hoy navega en aguas oscuras, apostando a decisiones políticas erradas, sumida en su postura radicalmente egocentrista y falsamente feminista. Cuando termine su periodo parlamentario, desaparecerá del escenario político más con penas que con glorias, quedando como la diputada fallida, que en su carencia total de pensamiento político (por no contar con un buen equipo de intelectuales y analistas) siempre generó conflictos innecesarios e inestabilidad democrática incluso.


Lo peor de todo es que esta diputada fallida terminó destruyendo temporalmente el proyecto feminista en los nuevos partidos políticos.

 

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No cualquier mujer puede representar dignamente a  GAIA, a la Pachamama del ecosocialismo indigenista (el Tekojoja guaraní) y de los movimientos sociales del ALBA. Necesita atributos maternales bien específicos, tiernos y suaves. ¿Qué una mujer con caracter maternal dulce y tierno pueda convertirse en una lidereza política? Imposible en las actuales estructuras y dinámicas políticas partidarias del mundo y en especial de Paraguay. Solo las mujeres bien masculinas pueden alcanzar el liderazgo, pero de esas no es mucho lo que se puede esperar y las experiencias son bien dolorosas al respecto. Es obligación de los varones crear las estructuras para que las mujeres puedan desarrollar sus atributos maternales suaves y tiernos como liderezas en política, de lo contrario seguiremos en lo mismo de siempre y ningún partido  político o movimiento social podrá desarrollar un verdadero proyecto de transformación sociocultural, político y económico en el país.


Pero las y los feministas no debemos rendirnos, ya aparecerá la mujer con el perfil psicosocial correcto en política partidaria; siempre y cuando los nuevos partidos políticos generen y construyan espacios dónde las mujeres no tengan que competir salvajemente como los hombres lo hacemos. Caso contrario, solo un tipo de líder femenino aparecerá, pero no una lidereza maternal, tan necesaria por ser la que mejor puede manejar las emociones y sentimientos de un pueblo.

 

Pero eso requiere de una transformación cultural estructural para dentro de los partidos políticos, algo propio de la analítica cultural y no de la política.


¿Existen los equipos de transformación cultural para dentro de las organizaciones políticas y sociales paraguayas?

 

 

Abogado Alejandro Sánchez

Diplomado en Didáctica Universitaria

Diplomado en Educación, Ciencias y Tecnología

 

iVer más en http://www.carlosaldanamendoza.com/2009/10/15/para-comprender-el-paradigma-dominante/ , http://altermediaparaguay.blogia.com/2009/121402-discurso-tradicional-discurso-transformador.php , ver en especial tres ensayos sobre feminismo y epistemología de profesionales de la Universidad de Barcelona, para que se note como el pensamiento tecnocientífico y civilzatorio es esencialmente androcentrista, más en http://www.raco.cat/index.php/Athenea/article/viewFile/60121/70276

iiVer más en http://neofronteras.com/?p=1163 es una tendencia primitiva, pero se puede moldear y las organizaciones sociales y políticas urgentemente la necesitan modelar si quieren marcar realmente un cambio en Paraguay.

 

Jornada Feminista en Paraguay

 Tambores feministas suenan en protesta por la sociedad machista

 

SEMlac


San Bernardino, Paraguay, octubre (Especial de SEMlac).- Tambores y gritos del grupo afroparaguayo Camba Cuá -que significa en lengua guaraní: lugar donde habitan los negros- cerraron ayer, domingo 25, los tres días de encuentro feminista denominado "IV Aty Guasú Kuña Rekó Reheguá", Cuarto Encuentro Feminista del Paraguay, en guaraní. 

Mujeres venidas de todos los rincones del país se reunieron bajo una carpa blanca, donde reanudaron el compromiso de luchar por sus derechos y lanzaron un manifiesto entre cuyas intenciones se encuentra la erradicación de una "opresiva sociedad machista".
Este multitudinario encuentro, realizado en una plaza a escasas cuadras del Lago Ypacarai, reunió a indígenas, lesbianas, trabajadoras domésticas, del sexo, travestis, transgéneros y líderes feministas, quienes durante los tres días (23, 24 y 25 de octubre) insistieron en la necesidad fundamental de llamar la atención sobre la necesidad de una ley de salud sexual y reproductiva.

Una ley que no se promulga 

El tratamiento del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva en el Parlamento Paraguayo ha generado controversia en los sectores conservadores de la sociedad paraguaya, en especial de la iglesia Católica, por considerarse que "abre la puerta para la legalización del aborto y la unión legal de parejas de homosexuales". 

Sin embargo la "Ley Filizzola" -llamada así por haber sido presentada por el senador Carlos Filizzola, hace ya tres años- plantea establecer mecanismos para el acceso libre de las mujeres a información de métodos anticonceptivos en hospitales públicos. En ningún lugar del proyecto se mencionan los casamientos entre gays o el tema del aborto, que en Paraguay tiene pena carcelaria.

"Queremos que se promulgue esa ley... que pertenece a todas las mujeres, en especial a las campesinas, que no tenemos los servicios de salud adecuados; vivimos en una zona donde, por desconocimiento, tuvimos casos de niñas de entre nueve y 11 años de edad que resultaron embarazadas, pedimos al gobierno que haga algo", dijo a SEMlac Gloria Olmedo, dirigente campesina del Departamento de San Pedro, distante a casi 150 kilómetros de Asunción, la capital del país.

En respuesta a Olmedo, la ministra de la Mujer, Gloria Rubín, expresó a SEMlac que "el tema de la ley no está en la cancha del Poder Ejecutivo, sino en las comisiones de salud de las cámaras de Diputados y Senadores. Hasta el momento, se hace lo que se puede, pero todos los sectores, en especial las feministas organizadas, debiéramos tomar acciones concretas para que se trate la ley en el período 2010".

Reivindicación del trabajo doméstico 

Otro punto sobre el cual se enfocó la atención durante el Aty Guasú fue la reivindicación de las empleadas del servicio doméstico. "Este encuentro es una gran oportunidad para nosotras de visualizar el problema que existe con las domésticas", comentó Solana Meza, de la Asociación de Empleadas Domésticas del Paraguay. 

Dicha situación consiste en la baja remuneración por este tipo de trabajo, que en promedio llega a 400.000 guaraníes al mes -unos 97 dólares estadounidenses, monto con el cual difícilmente pueda mantenerse una familia. La meta es llegar por lo menos a que los empleadores paguen el salario mínimo vigente en Paraguay, de casi un millón 500.000 guaraníes, equivalentes a cerca de 300 dólares estadounidenses.

Un aspecto positivo, reconoce Meza, es la inclusión de las domésticas de todo el país en el seguro social estatal del IPS (Instituto de Previsión Social). Este derecho ya existía en los papeles desde 1945, pero solo era para quienes trabajaban en la capital; ahora ya se extendió a todo el país.

Las indígenas: una larga sequía

Para Negra Esquivel, una indígena Sanapaná del Chaco Paraguayo, el encuentro no tuvo eco positivo. "A las indígenas no nos dieron espacio suficiente. Tenemos muchos problemas que no fueron escuchados. Especialmente el de la posesión legal de tierras", expresó a SEMlac Negra, esposa del cacique de la comunidad, asentada a 490 kilómetros de Asunción.

"Hace 13 años nos prometieron chapas de zinc para levantar nuestras casas, y hasta hoy, a pesar de mucho intentar, no conseguimos nada. No tenemos servicios de salud. Si alguien se enferma nos vemos obligadas a caminar 90 kilómetros con nuestros enfermos a cuestas para llegar a la comunidad más cercana (Loma Plata), y si tenemos suerte nos atienden", refirió una sentida Negra, quien en ese tipo de circunstancias perdió hace dos meses a su hija Elba, de 24 años de edad.

La comunidad Sanapaná se dedica mayormente a la agricultura; sin embargo, con una sequía de nueve meses, no pueden cosechar producción alguna. "Solíamos tener cultivos de sandías, pero como no llueve todos nuestros cultivos se secaron. Ahora no vivimos, sobrevivimos", lamentó Negra, quien grabadora en mano tomaba registro del encuentro para retransmitirlo y traducirlo a su comunidad.

El manifiesto 

Rosa Posa, una de las organizadoras del Aty Guasú, refirió en una publicación al Diario ABC Color que su deseo es mostrar que "las mujeres somos tan diversas, somos tan diferentes, pero tenemos algo en común, que vivimos en una sociedad machista, violenta, que oprime y reprime". 

En el cierre de la jornada, el domingo 25, sonaron inicialmente tambores africanos del grupo Camba Cuá, que dieron paso a la lectura del manifiesto feminista que expresa su rotundo repudio a la violencia hacia las mujeres en todas sus formas y un pedido expreso de declarar emergencia sanitaria ante la persistencia de los altos índices de mortalidad materna.

"No es posible que las autoridades y la población sigan cruzándose de brazos ante la persistencia de la violencia hacia las mujeres, ni que se siga hablando de crímenes pasionales ante los asesinatos de las mujeres, ni que se normalice el tráfico de la trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual", reza parte de documento.

También reclama al gobierno de Fernando Lugo que cumpla sus promesas con los pueblos indígenas y se hagan realidad los derechos de todas las mujeres indígenas. Critica además la alarmante baja participación de mujeres en órganos de decisión y en las esferas políticas y públicas.

"La paridad es solo cuestión de voluntad política. Queremos 50 por ciento de mujeres en los cargos electivos, al frente de los ministerios y en los tres primeros niveles de la administración pública", expresa el manifiesto. 

Finalmente, el documento del IV Encuentro Feminista del Paraguay reclama la aprobación de los proyectos de Ley Contra Toda Forma de Discriminación y de Salud Sexual y Reproductiva, actualmente en estudio en el Parlamento Nacional, como pasos fundamentales hacia la vigencia de todos los derechos de todas las mujeres.

Dicho esto, el acto culminó en un gran baile con ritmos afro que unió a mujeres de diversas procedencias culturales, políticas y religiosas. Negra, Solana, Gloria y muchas otras como ellas regresaron a sus casas con la esperanza de que todos estos deseos por fin se cumplan.