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LA URGENCIA EDUCATIVA

 

LA URGENTE ALFABETIZACIÓN ÉTICA, EMOCIONAL Y TECNOLÓGICA

 

La revolución digital ha generado nuevas fronteras y nuevos espacios de convivencia, o mejor dicho, de teleconvivencia. Sobre todo esto se da en los jóvenes, es clásico ir a centros educativos o reuniones públicas y notar que tanto adolescentes como jóvenes mayores se pasan escribiendo en los mensajes de celulares. Quizás el celular, o teléfono móvil, es el aparato más popular de la historia de la humanidad (luego del palo para golpear) más de 3 mil millones de celulares funcionan en el planeta actualmente y la cifra sigue en aumento[1], hasta el punto que podría alcanzar a prácticamente toda la humanidad entre el 2010 y 2015.

 

En un principio el celular era solo para comunicarse por voz, ahora evoluciona hacia una verdadera computadora móvil. La función que más se ha popularizado es la de la mensajería de texto. Muy económica y versátil, la comunicación por mensajería es la más usada. Pero dicha facilidad, junto con otras, ha generado conductas compulsivas y adictivas verdaderamente suicidas. Numerosos son los casos de jóvenes y adolescentes que han muerto en accidentes de tránsito por distraerse con la mensajería de texto[2].

 

Lamentablemente, en este sentido, la educación formal y familiar no ha podido cubrir adecuadamente esta falencia en el uso de la tecnología. El mal uso del celular entra dentro del llamado analfabetismo  tecnológico o falta de educación tecnológica. Si se menciona las muertes por uso inadecuado de la mensajería de texto, no se debe dejar de mencionar los casos de abusos sexuales con las cámaras de celulares. Desde videos pornos caseros, hasta verdaderos actos de voyeurismo se soportan con las cámaras de celulares[3]. Muchas veces, estas tecnologías son regaladas por los padres sin considerar los riesgos que implican. Personas inescrupulosas abusan de los menores a través de los celulares y las computadoras, ambos conectados a la internet. En inglés lo llaman grooming, en castellano se debe llamar ciberabuso[4]; que es literalmente una forma de abusar sexual y psicológicamente de menores de edad. A veces menores de edad son los que realizan estos actos, pero mayormente son adultos que se aprovechan del supuesto anonimato detrás de esto.

 

A ello hay que sumar que todo tipo de estafadores, timadores, ladrones y chantajistas tratan de usar las llamadas “redes sociales” para aprovecharse de los demás[5], ni que decir del espionaje informático, prácticamente institucionalizado para los gobiernos[6]; pero implícitamente permitido para actores privados; este último tipo de espionaje es el más peligroso[7].

 

Tanto padres como menores de edad adquieren tecnologías telemáticas sin estar suficientemente prevenidos de los riesgos que implican estas tecnologías. Esto forma parte del analfabetismo tecnológico o poca educación tecnológica.

 

La Educación Emocional, La Precursora De Todas

 

Los últimos estudios neurológicos y psicológicos indican que somos seres eminentemente emocionales y sentimentales, esto es lo que nos permite saber valorar nuestra realidad[8]. Resulta ser que hasta la fecha nuestra conciencia se ha limitado a la búsqueda de la satisfacción de nuestro ego instintivo y básico. A partir de este atavismo actual es que muy dificultosamente la humanidad ha aprendido a convivir cooperativamente. Gracias a creencias y prácticas altamente cooperativas; como las religiones judeocristianas y las budistas y en cierta forma taoístas; la humanidad pudo lograr una mejor organización social.

 

Pero estas solas creencias no bastaron, se tardó varios siglos en lograr que la democracia se expandiera y desarrollara en las culturas occidentales y aún hoy sigue en ese proceso en el mundo entero (excepto en países como Arabia Saudita, Omán, Brunei y Swazilandia, Nepal hace poco se liberó de este régimen. Hay quienes ubican al Vaticano en esta lista, pero dicho gobierno no se ajusta a la definición de país) La cuestión es que varios autores han desarrollado profundamente la importancia de la educación emocional[9]. Recientes estudios determinaron que las emociones influyen en las decisiones éticas y morales, incluso afectan los procesos cognitivos[10]. De ahí que la base de todo desarrollo educativo esté en la educación emocional.

 

Además, en el caso de Paraguay, con tantas familias desintegradas (por la migración laboral) la situación emocional y psicológica de una gran parte de los niños paraguayos es catastrófica[11]. Tan grave es, que prácticamente se puede hablar de una emergencia socioafectiva en un sector de los niños estudiantes de la educación primaria. Una emergencia que debe ser cubierta por el estado mediante la asistencia y la contención psicosocial y pedagógica.

 

Sin un mínimo de desarrollo emocional comunitario no es posible lograr una educación formadora de seres humanos fraternos y concientes más allá de los atavismos innatos; fortalecidos por la actual civilización capitalista-consumista[12].

 

Al respecto, recientes estudios determinaron que ciertas técnicas de meditación permiten modificar el cerebro y por tanto aceleran los procesos de aprendizaje[13], sobre todo el aprendizaje emocional[14]. Lamentablemente la enseñanza de la meditación se vio sometida al comercialismo y a la invención de resultados “mágicos” que terminaron por decepcionar a muchísimos, especialmente a la comunidad científica, por la “venta” de “facultades mentales extraordinarias” mientras que, justamente, lo que se necesita es desarrollar las facultades ordinarias más necesarias; entre ellas la capacidad de pensar y vivir éticamente la vida. Ello gracias a que la meditación cambia la forma en que trabaja nuestro cerebro y nos permite ver la realidad de una forma distinta, permitiéndonos expandir nuestra conciencia. Si a la práctica de determinadas técnicas de meditación le acompañan otras de gimnasia meditativa, los resultados en el cerebro y la mente aumentan[15].

 

La Educación Ética, Base Para Una Renovación Social

 

La formación ética, con una base de educación emocional, comunitaria, empática y cooperativizante, es el único horizonte para el desarrollo de la conciencia del ser humano y para el logro de una nueva civilización con cultural de la paz. La competitividad y la competencia (en toda su extensión polisémica, confusa por tanto y sostenedora de actitudes atávicas) no son vías para el desarrollo de la humanidad; mucho menos la del pueblo paraguayo, sujeto a una dependencia cultural y educativa monstruosas e indignantes.

 

Hace falta una revolución cultural, educativa y, sobre todo, ética. Una ética de la liberación que sea liberadora[16]. Radical en su afán progresista, tolerante en el proceso de aprendizaje, pero firme en denunciar y señalar lo que impide la evolución consciente del ser humano y el pueblo paraguayo.

 

Esta ética, en su plasmación educativa, no puede ser una simple mención de los valores de la democracia, de la responsabilidad ciudadana que los alumnos suelen aprender de memoria solo para rendir un examen. Debe significar una práctica real, dentro y fuera del aula; debe convertirse en la base crítica proactiva por la que los educandos señalen los actos políticos y económicos que vayan contra la dignidad humana y la evolución humana hacia una mayor conciencia. La educación ética no podría ser enseñada como algo memorístico, sino como algo práctico y vivencial. El educando debería de ser capaz de salir a la calle a protestar, a exigir, pero también a proponer, como una forma de práctica ética crítica ciudadana. Debería incentivarse y valorarse la iniciativa propia de los educandos para manifestarse organizadamente en la defensa de los intereses colectivos (medio ambiente, inversión pública en salud y educación, modificación y aplicación de leyes más democratizadoras y de participación popular directa en el gobierno) incluso hasta la práctica del voluntarismo debería tenerse en cuenta como método de evaluación de esta nueva educación ética.

 

La educación ética debe ser trascendental y racional. Trascendental en el sentido de que permita al educando poder pensar más allá de su vida; en el legado y herencia que dejará a las futuras generaciones (la única manera en que un ser humano pueda desarrollar una conciencia ecológica) es decir, que sienta la necesidad de trascender a su existencia física (algo que las religiones siempre han logrado en cierta forma mediante las creencias) Que sea capaz de pensar más allá de si mismo (superación del ego, algo enseñado por los grandes profetas de la humanidad, en especial Cristo) y que sea capaz de hacer renunciamientos por esa trascendentalidad vivida muy emotivamente. La educación ética también debe desarrollar el sentido racional; en forma laica y universal (de manera a que pueda comprender tanto a cristianos como a no cristianos) Una educación fundada en criterios de lógica universal (formal y material) y de respeto a la multiculturalidad y multirreligiosidad.

 

Estos tres tipos de educación, interconectados  por las mismas causas, deben ser la base de un nuevo desarrollo revolucionario en la educación y la cultura en Paraguay.

 

Abogado Alejandro Sánchez

Postgraduado en Didáctica Universitaria



[2] “…estudios recientes muestran que utilizar el teléfono móvil mientras se conduce impide percibir un 50% de la información de la carretera, al tiempo que revelan también que el 1,6% de los conductores de turismos y furgonetas hacen uso del teléfono móvil de forma manual mientras conducen…” ver más en http://www.autocity.com/actualidad/index_noticias.html?cod=82512

[3] El llamado voyeurismo digital está en expansión, más en http://www.fcanals.com/contenidos/reportajes/voyeurselectronicos.htm

[8] Ver más en http://www.neofronteras.com/?p=1130 , http://neofronteras.com/?p=839  y un estudio relacionado con la empatía o capacidad de reracionamiento en http://neofronteras.com/?p=675

[9] Ver más en http://www.content4reprint.com/view/spanish-44719.htm que es un artículo sobre la “Inteligencia Emocional”, concepto ampliamente difundido por Daniel Goldman (pero dicho concepto no es de su autoría) una monografía relacionada en http://www.monografias.com/trabajos7/coem/coem.shtml y una entrevista a un profesional en http://www.ceoniric.cl/spanol/entrevistas/entrevista_lair_ribeiro.htm

[10] Ver la referencia  8

[12] Al respecto, se hizo un estudio científico revelador en http://neofronteras.com/?p=934

[14] Ver más en http://www.elmundo.es/papel/2005/11/26/opinion/1894178_impresora.html Al respecto, las técnicas de meditación que demostraron ser más efectivas para la “sanación emocional” o “mejoramiento emocional” son las del Zen, se puede ver más en http://www.dmedicina.com/edicion/diario_medico/dmedicina/tercera_edad/es/desarrollo/981998.html estas técnicas han sido expandidas por la escuela Soto Zen japonesa, específicamente por Taisen Deshimaru (sobre él se puede ver más en http://www.zen-deshimaru.com/ES/home.php  ). Otros estudios sobre la meditación budista, en general, se pueden ver en http://www.futuropasado.com/?p=120  Sobre las numerosas similitudes entre algunas enseñanzas Zen y Cristianas, se puede leer las opiniones de Deshimaru en http://www.zen-deshimaru.com/ES/sangha/deshimaru/QR.htm#LABEL13 y un ensayo académico-teológico interesante en http://66.102.1.104/scholar?hl=es&lr=&client=firefox-a&q=cache:Us7Wcv5eqtUJ:bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/aladaa/ulloa.rtf+similitudes+cristianismo++y+zen

[15] Ver referencia anterior.

[16] Al respecto, ver los trabajos de Enrique Dussel en http://168.96.200.17/ar/libros/dussel/taylor/taylor.html

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